Licet Castillo, una de las mejores jugadoras cubanas de baloncesto de todos los tiempos, ha llegado esta semana a Logroño para militar en el equipo de Fundación Promete, en el que cree que vivirá una oportunidad dentro de su carrera plagada de mundiales y Juegos Olímpicos.
Licet Castillo (d), jugando con la selección femenina de baloncesto de Cuba.
Licet Castillo, una de las mejores jugadoras cubanas de baloncesto de todos los tiempos, ha llegado esta semana a Logroño para militar en el equipo de Fundación Promete, en el que cree que vivirá una oportunidad dentro de su carrera plagada de mundiales y Juegos Olímpicos.
Su extenso historial incluye dos décadas en la selección cubana, de la que fue capitana 14 años, tres Juegos Olímpicos (diploma en Barcelona 92), cuatro Mundiales (bronce en 1990), tres medallas de oro en los Juegos Panamericanos y otras tantas en los Juegos Centroamericanos. Y en Logroño será la primera vez que Castillo juegue en una segunda división de baloncesto femenino.
A sus 38 años, esta deportista espera mantener una buena forma física dos años más, y militar ese tiempo en el Fundación Promete, de la Liga Femenina 2 de Baloncesto de España.
En una entrevista con EFE, Licet Castillo reconoce que hasta que la llamaron de Logroño no había recibido ofertas para prolongar su carrera profesional, y permanecía en su país a la espera "de una oportunidad" en un equipo europeo, ya que en Cuba no veía una salida apetecible.
El Fundación Promete no ha sido su único equipo en Europa, ya que hace unos años juego en clubes de Hungría y España, siempre en categorías superiores, entre ellos el conjunto ilerdense de Seu D'Urgell.
Este verano, Licet Castillo seguía en Cuba sin llamadas, en las vacaciones "más largas" de su vida y "ansiosa por jugar", por lo que no dudó al recibir la oferta del equipo logroñés.
"Aunque sea en la Liga Femenina 2, es baloncesto, no me interesa otra cosa", asegura la jugadora, que explica que su contrato con este club incluye actividades "añadidas" a su puesto de alero en el equipo.
Licet Castillo, que es licenciada en Educación Física, se dedicará también en Logroño a formar a jugadoras jóvenes, una "segunda actividad" que ejercen casi todas las integrantes de la plantilla del Fundación Promete.
"Es algo que me gusta, hace años entrené a pequeños y creo que puedo hacerlo bien", considera la jugadora, a la que también se ha "encomendado" el aprovechar su experiencia con las más jóvenes de su propio equipo.
Eso también le ocurrió en la selección cubana, a la que llegó con 14 años, y en la que después de varias temporadas se dedicó a trasmitir sus conocimientos a las jugadoras más jóvenes. "Siempre he tratado de ayudar a las jóvenes dentro y fuera de los campos", subraya.
Castillo lamenta que esta formación, desde las jugadoras veteranas a las más jóvenes, no se haya mantenido en Cuba, donde, en su opinión, la falta de entrenadores de cantera es uno de los motivos que ha provocado que el baloncesto femenino cubano baje de nivel.
Según datos de la Federación Internacional de Baloncesto, en la década de los noventa Cuba luchaba por los primeros puestos en todos los campeonatos femeninos, y ahora ocupa el puesto 13 en el ránking mundial.
"Allí no hay medios para preparar bien los torneos con partidos en otros países", explica Castillo, que, por ese motivo, resalta "la gran profesionalidad" de los deportistas cubanos que dedican muchas horas solo a entrenar.
Sin embargo, muestra una cierta esperanza por que en unos años se vea en Cuba el "fruto" del trabajo que se está haciendo ahora, de nuevo, con el deporte base.
Sobre la situación en su país, la jugadora reconoce que es "complicada".
"Llevamos muchos años con situaciones complicadas y por eso solo pensamos en el hoy y tenemos una sonrisa en la boca", concluye.
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