DEJA LA PARTICIPACIÓN MUNICIPAL EN AMBAS ENTIDADES
Concentración ante la sede del Canal de Isabel II (Efe).
Alberto Ruiz Gallardón presentó ayer unos presupuestos para 2012 que se cerrarán con un superávit de 234 millones de euros y promete mantener los servicios sociales y no subir los impuestos, además de cerrar alguna que otra inversión. Para conseguirlo, el alcalde cuenta de antemano con los 245 millones que arañaría de vender el 7% de sus acciones del Canal de Isabel II y 159 millones más que paga por la contribución anual de Metro y que a partir del 1 de enero mantendrá el Gobierno regional de Esperanza Aguirre.
Ante la cada vez más sonora salida de Gallardón del Palacio de Cibeles, a quien muchos sitúan ya como ministro de Rajoy, el Gobierno local ha elaborado el plan de viabilidad para los próximos cinco años en el que se moverá su sucesora, la concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Ana Botella. Juan Bravo, delegado municipal de Hacienda, fue el encargado de anunciar que el Ayuntamiento reducirá notablemente su deuda (5.624 millones de euros, 724 menos que con los que cerrará 2011) y pagará a sus proveedores, a los que a final de año deberá 900 millones de euros.
Con Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo, Gallardón también cuenta con la petición que realizó a la Federación de Municipios y Provincias en materia de financiación municipal y que José Luis Rodríguez Zapatero rechazó antes de verano. El todavía alcalde pidió al PSOE que alargase la obligación de pagar los créditos ICO que aprobó el Ejecutivo de Zapatero de 3 a 5 años, pero el presidente no le fió más tiempo para pagar los 287 millones que pidió Madrid. Con el PP en el Gobierno central, Gallardón cuenta con que se flexibilizarán los métodos de pago y se ampliarán los plazos.
Juan Bravo, delegado de Hacienda, aseguró ayer que durante este mes el Ayuntamiento presentará en el Pleno un nuevo Plan Económico Financiero que recoge estas y otras medidas. El Consistorio cuenta de antemano con la venta del 7% legal que puede vender de las acciones que posee del Canal de Isabel II, cuando se privatice. En total, la empresa está valorada en unos 3.300 millones de euros, según un estudio encargado por la Administración, así que el Consistorio recibiría unos 245 millones de euros por el traspaso del límite legal de las acciones que posee.
Gallardón también se desprende de la sede del Área de Urbanismo, propiedad del organismo autónomo Madrid Espacios y Congresos. Según fuentes de la Hacienda municipal, el edificio se venderá por unos 75 millones de euros a un operador privado y las oficinas se trasladarán a un edificio cuyo alquiler cuesta unos 2 millones de euros anuales. A partir del 1 de enero de 2012, el Consistorio dejará de pagar los 159 millones de euros del mantenimiento de Metro, que gracias a un acuerdo con Esperanza Aguirre para eliminar duplicidades, lo digerirá la Comunidad de Madrid.
El edil tranquilizaba ayer a los madrileños asegurando que, con estos números, no serán necesarios nuevos ajustes “ya que la mayor parte de las necesidades de gasto quedan cubiertas con ingresos corrientes”, a la vez que se amortizarán “más de 3.000 millones de euros de deuda” hasta 2016 sin necesidad de "ningún ingreso de capital ni ningún ingreso extra".
El pago a proveedores cumplirá con la Ley de Morosidad en 2016, y en todo el periodo no será necesario ningún incremento de la fiscalidad. Con esta declaración de intenciones, Gallardón se despidió de la que podría ser una de sus últimas Juntas de Gobierno, asegurando que “es absolutamente falso” que la capital esté peor que otras administraciones públicas.
Con las cuentas como están en este momento, el Consistorio seguirá amortizando deuda hasta el año 2030, aunque podría refinanciar parte de su deuda si el nuevo Gobierno popular lo autoriza, en contra de la tónica seguida en los tres últimos ejercicios, destinando ese ahorro a reducir el pago a proveedores.
Ante la cada vez más sonora salida de Gallardón del Palacio de Cibeles, a quien muchos sitúan ya como ministro de Rajoy, el Gobierno local ha elaborado el plan de viabilidad para los próximos cinco años en el que se moverá su sucesora, la concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Ana Botella. Juan Bravo, delegado municipal de Hacienda, fue el encargado de anunciar que el Ayuntamiento reducirá notablemente su deuda (5.624 millones de euros, 724 menos que con los que cerrará 2011) y pagará a sus proveedores, a los que a final de año deberá 900 millones de euros.
Con Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo, Gallardón también cuenta con la petición que realizó a la Federación de Municipios y Provincias en materia de financiación municipal y que José Luis Rodríguez Zapatero rechazó antes de verano. El todavía alcalde pidió al PSOE que alargase la obligación de pagar los créditos ICO que aprobó el Ejecutivo de Zapatero de 3 a 5 años, pero el presidente no le fió más tiempo para pagar los 287 millones que pidió Madrid. Con el PP en el Gobierno central, Gallardón cuenta con que se flexibilizarán los métodos de pago y se ampliarán los plazos.
Juan Bravo, delegado de Hacienda, aseguró ayer que durante este mes el Ayuntamiento presentará en el Pleno un nuevo Plan Económico Financiero que recoge estas y otras medidas. El Consistorio cuenta de antemano con la venta del 7% legal que puede vender de las acciones que posee del Canal de Isabel II, cuando se privatice. En total, la empresa está valorada en unos 3.300 millones de euros, según un estudio encargado por la Administración, así que el Consistorio recibiría unos 245 millones de euros por el traspaso del límite legal de las acciones que posee.
Gallardón también se desprende de la sede del Área de Urbanismo, propiedad del organismo autónomo Madrid Espacios y Congresos. Según fuentes de la Hacienda municipal, el edificio se venderá por unos 75 millones de euros a un operador privado y las oficinas se trasladarán a un edificio cuyo alquiler cuesta unos 2 millones de euros anuales. A partir del 1 de enero de 2012, el Consistorio dejará de pagar los 159 millones de euros del mantenimiento de Metro, que gracias a un acuerdo con Esperanza Aguirre para eliminar duplicidades, lo digerirá la Comunidad de Madrid.
El edil tranquilizaba ayer a los madrileños asegurando que, con estos números, no serán necesarios nuevos ajustes “ya que la mayor parte de las necesidades de gasto quedan cubiertas con ingresos corrientes”, a la vez que se amortizarán “más de 3.000 millones de euros de deuda” hasta 2016 sin necesidad de "ningún ingreso de capital ni ningún ingreso extra".
Se cumplirá con la Ley de Morosidad en 2016
El pago a proveedores cumplirá con la Ley de Morosidad en 2016, y en todo el periodo no será necesario ningún incremento de la fiscalidad. Con esta declaración de intenciones, Gallardón se despidió de la que podría ser una de sus últimas Juntas de Gobierno, asegurando que “es absolutamente falso” que la capital esté peor que otras administraciones públicas.
Con las cuentas como están en este momento, el Consistorio seguirá amortizando deuda hasta el año 2030, aunque podría refinanciar parte de su deuda si el nuevo Gobierno popular lo autoriza, en contra de la tónica seguida en los tres últimos ejercicios, destinando ese ahorro a reducir el pago a proveedores.
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