martes, 29 de noviembre de 2011

"Cierra el orto y calla, vos no sos Maradona", le dijo Lamela a Osvaldo

LUIS ENRIQUE APARTA AL EX DEL ESPANYOL PESE A LA PETICIÓN DE HEINZE PARA QUE NO LO HICIERA

 "Cierra el orto y calla, vos no sos Maradona", le dijo Lamela a Osvaldo

El delantero argentino Osvaldo se lamenta de una ocasión fallada con la Roma.


 Derrota en Udine. La Roma de Luis Enrique no termina de carburar. Tensión. El prometido dinero de los supuestos inversores norteamericanos no termina de aparecer y los euros llegan con cuentagotas a los jugadores. Más nervios.

Consecuencia, malas caras, peores rollos y enfrentamientos entre todos en un siempre peculiar equipo. Lo que nadie esperaba era que el vestuario del frío estadio del Friuli se convirtiera en el escenario que plasmara las diferencias de unos y otros. Así, Osvaldo apartado del equipo tras dar un bofetón a Lamela, argentinos ambos, pero nada amigos por lo que se ve. 

La escena del crimen sucede al término del partido, con la sangre de los protagonistas aún caliente. Osvaldo recrimina a Lamela que no le hubiera pasado un balón con el empate a cero en el marcador y que para el ex del Espanyol hubiera supuesto el primer gol del partido para la Roma. 

El ex de River ignora a su compañero, algo que irrita al delantero. "Soy mayor que vos y esto no es River, contesta cuanto te hablo", grita Osvaldo quemado por la derrota y por el tratamiento que recibe de su joven compañero.

La insistencia del delantero termina teniendo su recompensa. Lamela, callado hasta el momento, entra en acción para decirle irónicamente "cierra el orto y calla, vos no sos Maradona" (sic). A Osvaldo no le sienta nada bien la comparación -Maradona es su ídolo por cierto- y decide ir a por su compañero, al que le da un bofetón -no ha sido un puñetazo como se ha dicho- seguido de algún que otro empujón entre los dos protagonistas. El resto de jugadores interviene y separa a los dos argentinos, que como es lógico en estos casos, empezaron a insultarse y a decirse de todo. 

La noticia trasciende en la misma noche del sábado. Luis Enrique decide actuar y pese a que no comunica la sanción ya tiene decidido el castigo. En la mañana del domingo reúne a la plantilla, pero antes Lamela y Osvaldo escenifican la paz a iniciativa del más joven de los dos. Uno y otro saben que se equivocaron, de ahí que intentaran arreglar las diferencias antes de la intervención del técnico.

De nada sirvió. Ni tampoco la intervención de Heinze, que pidió a Luis Enrique que no apartara a Osvaldo. Sanción sí, pero suplicó que no apartara al compañero de la dinámica del grupo, algo que tampoco querían en el club. La respuesta del entrenador contundente. "Las decisiones técnicas son mías, así que a entrenarse y callar". 

El que fuera delantero del Espanyol está arrepentido al máximo de lo hecho y con ganas, incluso, de regresar a Argentina y dejar el fútbol profesional. Y es que Osvaldo no supo controlar a esa bestia que encierra su cuerpo cuando se calza las botas, nada que ver con el tipo solidario que es cuando se olvida del linimento, los pantalones cortos y los tacos de aluminio. 

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