Los vecinos de la localidad tarraconense deciden hoy si se cultiva la droga para sanear las cuentas
La localidad de Rasquera
(Tarragona) vive una jornada polémica. Los vecinos del municipio
deciden este martes mediante un referéndum vinculante si el Consistorio cede terrenos para cultivar marihuana.
El proyecto de plantar cannabis seguirá adelante si es apoyado, como
mínimo, por el 75% de la población. La iniciativa se enmarca en un plan
anticrisis para sanear las cuentas del Ayuntamiento, uno de los
municipios más endeudados de Cataluña.
Los cultivos a gran escala de la droga se destinarán a los 5.000 socios del club de autoconsumo ABCDA, y esta asociación pagará 1,3 millones de euros en dos años al Consistorio. Además, se crearán 40 puestos de trabajo directos e indirectos. En cambio, si los vecinos de Rasquera rechazan el proyecto, será un duro revés para el equipo de gobierno, que hace tres semanas se desvinculó de ERC para alejar la polémica del partido independentista.
De ser así, el alcalde, Bernat Pellisa, anunció que dimitirán los 4 concejales del grupo municipal en bloque, dejando el municipio en manos de la oposición, formada por tres regidores de CiU que se oponen tajantemente a la iniciativa. La decisión final la tienen los 804 vecinos mayores de edad empadronados en Rasquera, quienes pueden votar hasta las 21.00 en el Centro Cívico de la población.
La calle está tan dividida como el Consistorio. Algunos habitantes ven los cultivos como un foco de delincuencia y otros creen que podría ser una opción para salir de la crisis. “He votado que no. Llegué de Colombia hace 10 años, viví de cerca el narcotráfico, allí hay droga y prostitución.
Solo se enriquecen los terratenientes y los cuatro o cinco que la administran”, explicaba Liliana Moya a primera hora de la mañana. “Tengo miedo, los terrenos que cederán están al lado de casa, los Mossos d'Esquadra quieren denunciar al pueblo, hay que salir de la crisis, pero esta no es la solución”, ha afirmado tajante Ana, una holandesa afincada en la localidad desde hace cinco años.
Otros vecinos, en cambio, apoyan cultivar cannabis para sanear las arcas municipales. “He votado ‘sí’. Es un bien para el pueblo.
No estoy de acuerdo con la droga, pero de lo contrario las plantaciones irán a otros pueblos; para eso, que se quede aquí”, ha afirmado Paquita Torres. Además, esta vecina octogenaria sostiene que ha habido plantaciones de marihuana en Rasquera desde "toda la vida" y que la droga se distribuye en “bolsitas” por las poblaciones colindantes.
A las puertas del Centro Cívico hay un gran despliegue mediático. Incluso han acudido a Rasquera medios de todo el mundo, como las televisiones France 2, Aljazeera o un canal coreano.
El alcalde hace un llamamiento a la calma. Bernat Pellisa cree que hay dos bandos históricos en el pueblo y que esta es una oportunidad para “cerrar heridas” y participar unidos en un mismo proyecto. “Puede ser una jornada histórica y festiva, la marihuana ha levantado mucha expectación, pero en realidad hoy se vota un plan anticrisis”, ha dicho.
CiU acusó al equipo de gobierno de empadronar a socios del club de fumadores para ganar votos. Pellisa lo niega y, además, ha anunciado medidas legales contra los convergentes. “Nos han injuriado y han ensuciado el nombre de Rasquera, lo pondremos en manos de nuestros abogados”, ha declarado el alcalde. También ha dejado entrever que no dimitirá si el apoyo a los cultivos es holgado, aunque no llegue al 75% prometido.
“Leeremos los resultados con cuidado y empezaremos a tomar decisiones desde esta misma noche”, ha zanjado.
Los cultivos a gran escala de la droga se destinarán a los 5.000 socios del club de autoconsumo ABCDA, y esta asociación pagará 1,3 millones de euros en dos años al Consistorio. Además, se crearán 40 puestos de trabajo directos e indirectos. En cambio, si los vecinos de Rasquera rechazan el proyecto, será un duro revés para el equipo de gobierno, que hace tres semanas se desvinculó de ERC para alejar la polémica del partido independentista.
De ser así, el alcalde, Bernat Pellisa, anunció que dimitirán los 4 concejales del grupo municipal en bloque, dejando el municipio en manos de la oposición, formada por tres regidores de CiU que se oponen tajantemente a la iniciativa. La decisión final la tienen los 804 vecinos mayores de edad empadronados en Rasquera, quienes pueden votar hasta las 21.00 en el Centro Cívico de la población.
La calle está tan dividida como el Consistorio. Algunos habitantes ven los cultivos como un foco de delincuencia y otros creen que podría ser una opción para salir de la crisis. “He votado que no. Llegué de Colombia hace 10 años, viví de cerca el narcotráfico, allí hay droga y prostitución.
Solo se enriquecen los terratenientes y los cuatro o cinco que la administran”, explicaba Liliana Moya a primera hora de la mañana. “Tengo miedo, los terrenos que cederán están al lado de casa, los Mossos d'Esquadra quieren denunciar al pueblo, hay que salir de la crisis, pero esta no es la solución”, ha afirmado tajante Ana, una holandesa afincada en la localidad desde hace cinco años.
Otros vecinos, en cambio, apoyan cultivar cannabis para sanear las arcas municipales. “He votado ‘sí’. Es un bien para el pueblo.
No estoy de acuerdo con la droga, pero de lo contrario las plantaciones irán a otros pueblos; para eso, que se quede aquí”, ha afirmado Paquita Torres. Además, esta vecina octogenaria sostiene que ha habido plantaciones de marihuana en Rasquera desde "toda la vida" y que la droga se distribuye en “bolsitas” por las poblaciones colindantes.
A las puertas del Centro Cívico hay un gran despliegue mediático. Incluso han acudido a Rasquera medios de todo el mundo, como las televisiones France 2, Aljazeera o un canal coreano.
El alcalde hace un llamamiento a la calma. Bernat Pellisa cree que hay dos bandos históricos en el pueblo y que esta es una oportunidad para “cerrar heridas” y participar unidos en un mismo proyecto. “Puede ser una jornada histórica y festiva, la marihuana ha levantado mucha expectación, pero en realidad hoy se vota un plan anticrisis”, ha dicho.
CiU acusó al equipo de gobierno de empadronar a socios del club de fumadores para ganar votos. Pellisa lo niega y, además, ha anunciado medidas legales contra los convergentes. “Nos han injuriado y han ensuciado el nombre de Rasquera, lo pondremos en manos de nuestros abogados”, ha declarado el alcalde. También ha dejado entrever que no dimitirá si el apoyo a los cultivos es holgado, aunque no llegue al 75% prometido.
“Leeremos los resultados con cuidado y empezaremos a tomar decisiones desde esta misma noche”, ha zanjado.
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