Ha saltado la sorpresa en el Coliseum Alfonso Pérez, pues el Getafe se ha impuesto por 1-0 al Barcelona. El gol de cabeza de Valera termina con la imbatibilidad del equipo azulgrana.
Si hay algo que se le ha dado mal al Barcelona esta temporada ha sido jugar fuera de casa. Lejos del Camp Nou es donde se le habían marchado todos los puntos que había dejado escapar hasta ahora (Anoeta, Mestalla y San Mamés), y lejos del Camp Nou, en Getafe, ha llegado la primera derrota. Un mal día para perder además, porque el Real Madrid ha ganado 4-1 al Atlético y se aleja 3 puntos más.
Hasta ahora, la temporada del Getafe tenía más sombras que luces, pero puede que la victoria de hoy sirva de punto de inflexión. Los palos que se había llevado Luis García Plaza se convertirán esta noche en alabanzas, y es que el planteamiento de su equipo ha sido a la postre perfecto. Vale que el Barça no le ha puesto mucha velocidad al juego, pero cuando se la ponía, no había huecos por donde pasar.
Se empeñó el equipo de Guardiola en entrar por el centro y la misión se convirtió en imposible. En lugar de abrir el campo, Messi, Alexis Sánchez y Villa siempre aparecían por el centro, acumulándose en esa zona tantos hombres, entre unos y otros, que había un atasco importante. No se pueden reseñar por tanto ocasiones para los azulgrana, salvo algunos remates del delantero chileno Alexis.
Se empeñó el equipo de Guardiola en entrar por el centro y la misión se convirtió en imposible. En lugar de abrir el campo, Messi, Alexis Sánchez y Villa siempre aparecían por el centro, acumulándose en esa zona tantos hombres, entre unos y otros, que había un atasco importante. No se pueden reseñar por tanto ocasiones para los azulgrana, salvo algunos remates del delantero chileno Alexis.
En estas, llegó la segunda mitad y la jugada del gol del Getafe. Fue de corner y lo remató Valera, en el minuto 66, ganándole la partida a Keita. Guardiola movió fichas y hasta cambió el sistema, pero todo fue en vano. Eso sí, la entrada de Pedro, bien abierto en banda, fue un alivio y suyas fueron las dos oportunidades azulgranas más claras antes del órdago final, que llegó en el tiempo de descuento.
Y es que, tras una pérdida tonta de balón de Miku, el Barça rozó el empate tras una doble ocasión. Messi se quedó solo ante Moyá y su disparo con la izquierda acabó repelido por el palo, el rechace cayó en las botas de Pedro, pero su golpeo de primeras fue despejado entre el guardameta y Cata Díaz. Fue el último fogonazo de un Barça gris que se de va de vacío de un Coliseum que ha disfrutado como mucho tiempo ha que no lo hacía.
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