17.11.2011
Amanece en Nueva York, el parque Zuccotti aparece tomado por tiendas de campaña. Lo mismo sucede en Los Ángeles y en Phoenix. En los alrededores de San Pablo, en Londres, varios jóvenes comen un sándwich mientras otros limpian el campamento. Mientras, en Sydney,están celebrando su última Asamblea antes de acostarse. Ciudades de todo el mundo muestran hoy su indignación con el sistema político y económico de la misma manera que se hizo en la puerta del Sol: tomando la plaza pacíficamente.
Sin embargo, más allá de lo anecdótico de la tienda de campaña, desde todos los rincones del planeta se comienzan a usar las mismas herramientas que en la Puerta del Sol: se levantan las manos en signo aprobación, se piden turnos de palabra para matizaciones o se cruzan los brazos para bloquear una propuesta. Es decir, el lenguaje asambleario ha calado hondo, y no sólo, también las marchas pacíficas, las reivindicaciones a través de la red y especialmente el "no nos representan".
Al igual que Túnez fue la primera pieza de un dominó que desembocó en la primavera Árabe, la Puerta del Sol ha encendido la chispa de la indignación en el mundo occidental. "No nos queremos colgar ninguna medalla, pero es verdad que el movimiento surgió en Madrid, aunque se extendió rápidamente por todo el mundo", afirma Noelia, de comunicación del 15M.
Los propios manifestantes a lo largo y ancho de todos los rincones del globo admiten haberse inspirado en Madrid para desarrollar el movimiento. Así, En Australia ven en los lemas “Democracia Real ¡Ya!” y “Nadie nos representa”, las claves del movimiento. De hecho, una española, estuvo entre las veinte personas que decidieron lanzar "Occupy Sydney". Y el movimiento se ha extendido a otras urbes como las de Melbourne, Brisbane y Perth.
En Estados Unidos, tal y como relata el Huffington Post, también reconocen al 15M como “fuente de inspiración” y ven al movimiento como el “abuelo” de las protestas occidentales. De hecho, varios miembros del 15M español participaron en el nacimiento del movimiento Occupy. La creatividad que caracterizó a los españoles ha calado hondo en los americanos hasta el punto que sus protestas tiene un cierto aire ibérico. Y para muestra un vídeo:
Sin embargo, más allá de lo anecdótico de la tienda de campaña, desde todos los rincones del planeta se comienzan a usar las mismas herramientas que en la Puerta del Sol: se levantan las manos en signo aprobación, se piden turnos de palabra para matizaciones o se cruzan los brazos para bloquear una propuesta. Es decir, el lenguaje asambleario ha calado hondo, y no sólo, también las marchas pacíficas, las reivindicaciones a través de la red y especialmente el "no nos representan".
Al igual que Túnez fue la primera pieza de un dominó que desembocó en la primavera Árabe, la Puerta del Sol ha encendido la chispa de la indignación en el mundo occidental. "No nos queremos colgar ninguna medalla, pero es verdad que el movimiento surgió en Madrid, aunque se extendió rápidamente por todo el mundo", afirma Noelia, de comunicación del 15M.
Los propios manifestantes a lo largo y ancho de todos los rincones del globo admiten haberse inspirado en Madrid para desarrollar el movimiento. Así, En Australia ven en los lemas “Democracia Real ¡Ya!” y “Nadie nos representa”, las claves del movimiento. De hecho, una española, estuvo entre las veinte personas que decidieron lanzar "Occupy Sydney". Y el movimiento se ha extendido a otras urbes como las de Melbourne, Brisbane y Perth.
En Estados Unidos, tal y como relata el Huffington Post, también reconocen al 15M como “fuente de inspiración” y ven al movimiento como el “abuelo” de las protestas occidentales. De hecho, varios miembros del 15M español participaron en el nacimiento del movimiento Occupy. La creatividad que caracterizó a los españoles ha calado hondo en los americanos hasta el punto que sus protestas tiene un cierto aire ibérico. Y para muestra un vídeo:
Por su parte, la movilización "Ocupar la Bolsa de Londres", que se inició el 15 de octubre como parte de la convocatoria internacional contra los excesos del sistema financiero, tomó su inspiración tanto de Occupy Wall Street como del movimiento español. Pese a que en un primer momento su destino era el parqué londinense tuvieron que cambiar de objetivo al ver que los terrenos eran privados y finalmente decidieron acampar en las cercanías de la Catedral de San Pablo.
Uno de los precursores de la acampada afirmaba días antes: “El éxito de las ocupaciones de plazas en España en nombre de la democracia y contra las medidas de austeridad, y la extensión de la ocupación de Wall Street, han demostrado que esto es lo que Londres necesita”.
Sin duda, uno de los eventos que ha conseguido reavivar el movimiento fue la gran marcha indignada global que se produjo el pasado 15 de octubre. “Al igual que es imposible entender la lucha contra el cambio climático desde un solo lugar, es imposible ver la lucha contra el sistema económico y político solo desde España”, afirmaba Álvaro, del grupo de trabajo de pensamiento, días antes del evento.
Uno de los centros neurálgicos de aquélla protesta fue Bruselas, donde una semana antes habían llegado indignados de toda Europa . Entre 300 y 400 personas se instalaron en un edificio, cedido por las autoridades belgas, próximo al parque Elsabeth. Durante la semana previa, la ciudad fue un ágora donde se desarrollaron debates, talleres, asambleas… que culminaron con la afluencia el 15 de octubre de varios miles de personas y con un desalojo policial.
Pero antes de esa gran marcha, ya hubo varios países que se habían subido al carro del 15M. El primero de ellos fue Grecia, que llevó a cabo las protestas casi de manera paralela. De hecho, durante la acampada que ocupó Sol en mayo y en el debate alternativo del estado de la nación fueron frecuentes las conexiones con la plaza Syntagma para inculcar ánimos a los compañeros helenos.
Así, pocos días después de iniciarse la acampada en Sol, 7.000 griegos ocuparon la plaza del centro de Atenas, frente al Parlamento griego, para protestar principalmente contra las medidas de ajuste económico resultantes de la crisis fiscal. En la concentración una pancarta escrita en castellano con los colores de la bandera española rezaba: “Estamos despiertos ¿Qué hora es? Ya es hora de que se vayan”.
Ellos fueron nuestros "hermanos" pero a lo largo de estos meses el movimiento se ha seguido extendiendo. Así, en agosto miles de personas acamparon, al más puro estilo 15M, en distintas ciudades de Israel para manifestar su descontento, principalmente por los elevados precios de la vivienda.
Sin embargo, hay un país donde el movimiento no acaba de fraguar: Francia. Pese a que los indignados franceses fueron de los primeros en mostrar solidaridad con España realizando marchas en París y que el 15 M está inspirado en un ensayo del francés Stéphane Hessel, los franceses no acaban de estar indignados.
La afluencia a las concentraciones convocadas es bastante minoritaria y la policía siempre acaba por truncar sus planes de acampada. Los analistan lo explican asegurando que pese a que nuestros vecinos cuentan con una economía titubeante y poseen altos niveles de deuda pública, los hogares franceses aún son solventes, la generosa red de seguridad social sigue en pie y el desempleo, aunque aún alto, ha bajado desde el pico de la recesión en 2009.
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