lunes, 21 de noviembre de 2011

Un timo en toda regla

RZA, el impulsor del mítico colectivo hip-hop neoyorquino Wu-Tang Clan, no cumplió lo prometido en su actuación del sábado en el Matadero 

 

RZA 

Iba a ser una noche especial, pero acabó en tedio total. El plan era disfrutar de un show insólito del cerebro de Wu-Tang Clan, legendario colectivo de hip-hop, equivalente en el género a los Rolling Stones. Robert Fitzgerald Diggs, más conocido como RZA, triunfó en la segunda mitad de los noventa convirtiendo en superventas a este grupo de Staten Island (Nueva York). 

Ahora se ha convertido en un respetado compositor de Hollywood, situado en el mapa gracias al éxito global de la banda sonora de Kill Bill. El año que viene, por cierto, se estrena su debut como director: The Man With The Iron Fist.

Para la noche de ayer nos había prometido una sesión diferente, que combinase ritmos electrónicos con películas de artes marciales. Para poder presentarlo, la Red Bull Music Academy le había reservado la Cineteca del centro cultural Matadero de Madrid. Todo lo que podía ir mal en la noche fue mal: lluvia en la cola, retraso de más de una hora y sobre todo un show muy lejos de lo anunciado. 

En la pantalla no apareció ni una sola escena de kung-fú. Tuvimos que conformarnos con unos soporíferos y esquemáticos visuales firmados por la artista Alba G. Corral (no muy lejanos a los autogenerados en el escritorio de un ordenador portátil). Además RZA apenas pinchó una docena de piezas hip hop en dos horas.

La mayoría de la sesión fue un repaso a canciones de los sesenta y setenta sampleadas por Wu-Tang Clan a lo largo de su carrera, salpicadas por algún clásico ineludible de aquella época. Para hacernos una idea, sonaron The Payback (James Brown), Bang Bang (Nancy Sinatra), Sometimes Feel Like A Motherless Child (Kathleen Emery) o The Way We Were (Gladys Knight & The Pips). 

La sala estaba llena, pero ante semejante cargamento de nostalgia, comenzó la deserción de asistentes. Entre los que abandonaron destacan fans tan veteranos y entregados como Jota Mayúscula, miembro del Club de Los Poetas Violentos y director de El rimadero, veterano programa de Radio 3 especializado en hip-hop. RZA intentó detener la hemorragia tocando alguna pieza electrónica de su cosecha. Fueron10 minutos realmente sonrojantes, donde el goteo de bajas entre el público se transformó en chorreo.

Sin recursos, volvió a los viejos éxitos soul, animando después la recta final con piezas hip-hop actuales como Heartless (Kanye West) o recuerdos a Old Dirty Bastard, miembro fallecido de Wu Tang-Clan. Por supuesto, tampoco se dignó a rapear para levantar la sesión. Fue una de esas noches donde los asistentes deberían haber reclamado que les devolviesen el precio de la entrada más una indemnización por el tiempo perdido. Un timo en toda regla.

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