Un agente guarda el coche del testigo sorpresa que ha declarado esta mañana en el juicio por el asesinato de Marta del Castillo.
El tribunal que juzga la violación y asesinato de Marta del Castillo ha abierto la decimoquinta sesión, durante la que ha declarado el taxista que asegura que trasladó la noche del crimen al acusado Javier Delgado, hermano de Miguel Carcaño, el asesino confeso. A continuación, lo ha hecho su esposa, también como testigo. También han declarado los peritos que analizaron restos y huellas. En una prenda de Carcaño hallaron sangre de Marta del Castillo.
El taxista Francisco José A. ha afirmado que el lunes posterior a la muerte de la joven había un compañero repartiendo fotos de la víctima. "Sé que el sábado anterior había estado trabajando", ha dicho. Ha indicado que, debido a la muerte de un compañero, se fijaba mucho en los clientes de noche. Así ha descrito a Delgado. "Me acuerdo que estaba bien pelado al estilo militar. Pelo canoso, barba. Vestido de oscuro y chaqueta con doble bolsillo. Llevaba una bolsa de plástico".
Según Francisco José A., la bolsa se volcó durante el trayecto. Ha recordado que la carrera costó ocho euros y que el cliente llevaba una pulsera de cuero. Paró en la casa donde supuestamente murió Marta. Ha insistido sin dudar en que fue a Delgado a quien llevó y admitido que se sentía mal por no haberlo declarado. "Me miraba muy profundamente y tenía una verruga", ha explicado a la acusación particular.
El abogado del acusado Samuel Benítez había pedido la suspensión de la vista por la incorporación del testigo sorpresa. "Lo que está acordado, está acordado", ha zanjado el presidente del tribunal. En su turno de interrogatorio, ha puesto en evidencia que la tarifa de hace dos años para la distancia recorrida, unos dos kilómetros, era de cinco euros y no ocho como ha declarado el testigo. Este, ahora, ha mostrado dudas sobre el importe. "No recuerdo las tarifas aplicables aquella fecha. Me fijé en su mirada durante todo el trayecto", ha añadido.
La esposa del conductor ha ratificado el testimonio del testigo sorpresa. "Cada vez me daba más detalles: la ropa que llevaba, las bolsas que se cayeron con botellas. Se fijó en muchísimas cosas y me daba detalles. Yo le decía que tenía temor. En León XIII [la calle donde murió Marta, supuestamente] vive una tía de mi marido. Esa noche me llamó pero no recuerdo la hora", ha afirmado.
Tras la comparecencia del taxista y su esposa, han declarado los policías que analizaron las huellas y restos del crimen. Dos policía, entre los que se encuentra el jefe del laboratorio ADN de Sevilla, ha afirmado que recibieron muestras tras el crimen, entre ellas un frotis bucal de los padres de Marta y un cepillo de dientes de la menor.
Sobre un chaquetón del principal acusado, han dicho que vieron "varias manchas" y que "la más importante era una en la zona interior". "Esa mancha era sangre. Por el propio aspecto de la muestra y las técnicas analíticas", han afirmado. El perfil genético de la misma, según han afirmado sin dudas, coincide con el de Marta del Castillo. No había nada de Samuel Benítez.
Los policías han explicado que extrajeron una mezcla de ADN de Miguel Carcaño y Marta del Castillo de la empuñadura de la silla de ruedas supuestamente utilizada la noche del crimen. "Lo lógico es que se hayan producido de manera simultánea, pero no lo puedo demostrar científicamente", han admitido los agentes.
Un rollo de esparadrapo contuvo mezcla de perfiles de Carcaño y María García. "Los dos han estado en contacto con ese soporte", ha detallado un policía sobre el principal imputado y la pareja de su hermano.
También hay mezcla de perfiles de Delgado y su pareja, María García, en un cable de una alargadera encontrada en el piso. En otra hay restos de Carcaño y de una persona sin identificar.
La policía también detectó hasta cinco huellas en tres botellas de alcohol. Una de ellas pertenece a Javier García, El Cuco, condenado por encubrimiento.
"Enorme excepcionalidad"
La Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla acordó el pasado viernes tomar declaración al taxista Francisco José A. y a su esposa por ser una prueba "relevante", después de que el pasado día 10 compareciese ante la policía para revelar que entre las 00.15 y 00.30 del 25 de enero de 2009 trasladó a Francisco Javier Delgado, hermano del asesino confeso de Marta, Miguel Carcaño, al piso donde supuestamente murió la menor.
Según la Audiencia, la situación creada "es de una enorme excepcionalidad", al tratarse de una "prueba de cuya existencia se tiene conocimiento en plena celebración del juicio oral, casi al mes de iniciadas sus sesiones", hasta el punto de que, "en los 85 años de experiencia profesional que suman los integrantes de este tribunal en la jurisdicción penal, es la primera vez que una situación así se les plantea".
Todo ello "merece el esfuerzo de una respuesta flexible y generosa con la práctica de una prueba que se presente como relevante, siempre que ello se compatibilice con las garantías del proceso y con la evitación de retrasos". La "relevancia patente" de los testigos deriva de que con ellos "se pretende acreditar la presencia de uno de los acusados en el domicilio de León XIII, en palabras del fiscal, en el marco horario fijado por las acusaciones, compatible con la participación atribuida al procesado en los hechos", explica el tribunal.
Las defensas de los cuatro acusados disponen ahora hasta el día 28 para proponer, en su caso, nueva prueba para combatir aquellas, precisa el tribunal para garantizar su derecho de defensa.
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