lunes, 21 de noviembre de 2011

LOS NACIONALISTAS CATALANES PLANTEARÁN A RAJOY EL DESAFÍO



Histórico triunfo de CiU que hunde a Chacón y da alas al pacto fiscal

La candidata del PSC, Carme Chacón


Una leyenda urbana decía que si el Partido Popular lograba un diputado por la provincia de Gerona, el partido obtendría mayoría absoluta en estas elecciones. 

No se equivocaron los agoreros: Enric Millo (actual portavoz del PP en el Parlamento autonómico) recuperó ese codiciado escaño gerundense, que se le resistía desde el año 2000, y, paralelamente, Mariano Rajoy pulverizaba sus propios récords y se acercaba a los vaticinios de las encuestas de los últimos meses. Era ya una cuestión de orgullo: Gerona era la única provincia española donde los populares no tenían representación parlamentaria. Y las tropas de Mariano Rajoy, dirigidas en Cataluña por Alicia Sánchez-Camacho, cumplieron su objetivo.

Convergència i Unió (CiU), no obstante, fue la gran ganadora de la noche. Con más de 1.011.000 votos (un aumento de 232.000 sobre el 2008), se aseguró ser la primera fuerza catalana. 

No es la primera vez que saca 16 escaños, ya que lo había conseguido Joaquim Molins en 1996, pero como se encargó de subrayar el número 2 de la lista de Josep Antoni Duran Lleida, Pere Macias, “por primera vez es la fuerza más votada en unas generales. Nosotros hicimos una cosa muy importante: este tsunami del PP no llegó a Cataluña. Le llevábamos 2 escaños y ahora le llevamos 5”. Y el propio Duran le apostilló: “El tsunami paró en el Ebro y no llegó a Cataluña”.


http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=vrsGyKVEHDI




El segundo clasificado, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), se quedó en esta ocasión con algo más de 918.000 sufragios. O sea, una pérdida de más de 772.000 votos, una sangría que le habrá de pasar factura. Y el PP obtuvo, finalmente, más de 714.000 votos, ganando más de 103.000 sufragios. ICV, la que se ha convertido en la cuarta fuerza, ganó también 96.000 votos y pasó de 1 a tres diputados, mientras que ERC perdió 48.000 votos pero mantuvo sus tres escaños.

Hay que destacar, sin embargo, el importante aumento de la abstención, que pasó del 29,7% en el 2008 al 33,17% en estos comicios, un bajón que también castigó a los socialistas, tradicionalmente vapuleados por la abstención en Cataluña.

La incógnita se abre ahora sobre las consecuencias que tendrán estos resultados. “Si algo se saca en consecuencia de estas elecciones, es que Rajoy no podrá gobernar de espaldas a Cataluña. Aquí ha ganado CiU con claridad y el PP es tercera fuerza. Por tanto, se ha de tener en cuenta esta circunstancia”. Así se expresa una fuente convergente al analizar los resultados del 20-N. La victoria histórica de los nacionalistas, que por primera vez en la Transición ganan unas generales, les da alas.

Una hoja de ruta inalterable

Lo cierto es que, ante la victoria aplastante del PP, la hoja de ruta del nacionalismo catalán no se verá alterada. Dentro de una semana, un pleno parlamentario aprobará las líneas generales del pacto fiscal y será el Gobierno de Artur Mas el que redacte el documento que pondrá sobre la mesa de Mariano Rajoy.

Mas, que compareció ante los suyos casi a las 11 de la noche, apuntó en una dirección. “Hemos hecho un hat-trick, puesto que en un año hemos ganado las elecciones autonómicas, las municipales y las generales -dijo-. Tenemos derecho, pues, a estar eufóricos, pero también tenemos una obligación que hemos de mantener íntegra y firme”. Se refería a la “defensa de los intereses de Cataluña”, aunque realizó una elipsis gramatical para no precipitarse.

Más claro fue Pere Macias: “Con esta victoria, todavía estamos más obligados a llevar el pacto fiscal a Madrid. La principal demanda que hemos hecho en la campaña fue este pacto. Y las fuerzas segunda y tercera no lo defendían.  

Quedar los primeros, pues, nos da una gran fuerza y nuestra gran responsabilidad es presentar esta demanda que significa un instrumento para luchar contra la principal preocupación de todos: el paro. Y quien quiera hablar con CiU habrá de hablar de pacto fiscal”.

Casi a las 12 de la noche, los dirigentes nacionalistas se asomaron al balcón del primer piso del hotel Majestic, donde ubicaron su cuartel general electoral, para saludar a sus seguidores, agolpados en la calle. “Cataluña es diferente al resto del Estado -arengó Duran Lleida-. 

Este resultado confirma más que nadie que somos una nación y, a partir de mañana, trabajaremos para el crecimiento social y nacional de nuestro país”. Mientras, abajo, el grito de los reunidos era unísono y claro: “In-de-pen-den-cia”. Una postura y una filosofía que el “tsunami azul”, seguramente, parará en el Ebro.

Tsunami en el PSC

En las filas del PSC, los resultados tienen una lectura diferente. Si algún tsunami puede producirse en Cataluña, su epicentro se situaría en el partido de los socialistas, que en menos de un mes celebrará un congreso en el que ha de elegir una nueva dirección y una nueva estrategia. Y no podrá obviar los pésimos resultados de estas elecciones. “Ahora es el momento de reformular nuestro proyecto. Lo deberemos hacer, a la vista de los resultados.

No valdrán recambios o simples relevos, sino que deberemos hacer una reflexión más profunda. Y ha de ser no sólo por la forma de organizarnos, sino también por las propuestas”, dijo ayer en TV3 la diputada Laia Bonet. Al mismo tiempo, sin embargo, echó un capote a la cabeza de lista socialista, Carmen Chacón: “Necesariamente, ha de formar parte del socialismo catalán y español por su labor impecable al frente del ministerio de Defensa”. Pero no lo tendrá fácil para justificar su hipotética candidatura a suceder a José Montilla al frente de la organización.


http://www.youtube.com/watch?v=iemx5pHtP88&feature=player_embedded





Pero, ¿dónde pinchó el PSC? En todas las circunscripciones. En Barcelona, se dejó por el camino 384.000 votos respecto al 2008. En Gerona, perdió 67.000 votos (sacó sólo 65.000). En Tarragona, bajó 79.000. Y en Lérida, perdió 39.500 sufragios, prácticamente la mitad de los que había sacado hace cuatro años. ¿Voto de castigo? Es lo que parece. Porque tanta pérdida no es achacable sólo al aumento de la abstención. Ha habido trasvase de votos y eso es lo que deberán analizar los dirigentes del PSC los próximos meses.


No hay comentarios:

Publicar un comentario