Las hemerotecas las carga el diablo. Hace sólo una semana, el Costa Concordia era una extraordinaria isla vacacional inspirada en el estilo arquitectónico europeo, un crucero de última generación para disfrute de los turistas. Aunque hace sólo 100 años, la primera de estas grandes embarcaciones de recreo, el emblemático Titanic, pasó a la historia de las grandes tragedias populares por su fatídico hundimiento.
Con motivo de este aniversario, el suplemento de fin de semana del diario El Mundo realizó un especial sobre la tragedia ocurrida a comienzos del siglo XX. La portada del Magazine y el reportaje principal, con un amplio despliegue informativo de varias páginas, estaban dedicados al recuerdo del Titanic, un símbolo de una época en la que por primera vez las clases populares podían disfrutan de viajes y destinos reservados para los más ricos.
Para el especial, el equipo periodístico de Pedro Jota Ramírez realizó una recreación sobre cómo iba vestida y qué complementos de equipaje llevaban los pasajeros. Y para ilustrar el trabajo, como no podía ser menos, emplearon una foto recreando la famosa imagen de la película Titanic en la que Leonardo di Caprio y Kate Winslet, protagonistas del último guiño de Hollywood a esta tragedia, contemplan la inmensidad del océano desde la proa del barco.
Para colmo de casualidades, todo este trabajo de recreación del Titanic se realizó a bordo del Costa Concordia, cuyo nombre es un tributo simbólico a la armonía de los pueblos por los que navega, según recoge el reportaje en un pie de foto. El crucero, calificado como un excelente plan para desconectar de la vida cotidiana, ha terminado sin embargo rememorando a su antecesor con un trágico accidente que ha costado la vida, al menos, a seis personas.
El vaticinio de Magazine tiene poco que ver con la pifia cometida ayer mismo por otro diario, en este caso italiano. El rotativo Il Gazzettino, como era lógico, llevó a su portada del domingo la crónica del accidente que ha conmocionado a Italia. Sin embargo, en su contraportada, tuvo el desliz de cerrar el periódico con una página de publicidad completa, donde el reclamo principal del anuncio era el sorteo de un viaje en crucero para dos personas.
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