JOSÉ MANUEL LLORCA LE PAGÓ 900.000 EUROS POR UNA MEDIACIÓN
El exasesor de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, Juan Antonio Roca
El financiero español José Manuel Llorca, cerebro de la estafa de Fórum Filatélico y prófugo de la justicia desde 2008, negoció con Juan Antonio Roca “en diferentes ocasiones”, según testificó el ex asesor marbellí ayer dentro del macrojuicio de la Operación Malaya. La relación entre dos de los presuntos responsables de estos casos de corrupción y fraude fue probablemente una de las revelaciones más sorprendentes dentro del proceso, ya que lo había negado hasta el momento en la fase de instrucción.
Con voz alta y clara, el cerebro de la Malaya aseguró que “es cierto que conozco perfectamente al señor Llorca. Él me pagaba a mí, pero desconocía lo que yo hacía con el dinero". La Policía de ocho países sigue buscando el paradero de “este hombre sin rostro”, que fue considerado en su día el alma de la estafa de Forum Filatélico. Ahora Roca, con su declaración, vuelve a ponerle en el punto de mira y reactiva la orden de busca y captura que pesa sobre el fugitivo.
Roca precisó que el financiero le pagó unos 900.000 euros en concepto de intermediación en la venta de unas parcelas y que “tenía una casa en Nueva Andalucía, en Marbella. Un chalet de 2.000 ó 3.000 metros cuadrados”. A preguntas del Tribunal el ex asesor de urbanismo dijo haber negado hasta ahora su relación con algunos empresarios porque “en la fase de la instrucción, cualquier promotor que hubiera tenido relación conmigo, aunque fuera solo ir a cenar, tenía muchas opciones de ir a la cárcel".
Luces y sombras
Poco a poco la causa de la Operación Malaya va viendo la luz. En la sesión de ayer, que siguió teniendo como único protagonista a Juan Antonio Roca, se esclarecieron diferentes extremos sobre el pago de sobornos por parte de empresarios con intereses urbanísticos en la ciudad.
La Fiscalía lleva abundando durante cinco sesiones en cada uno de los promotores que aparecen reflejados en la contabilidad de Maras Asesores, donde Roca tenía su despacho profesional. El imputado continúa justificando la recepción de dinero de los empresarios por tres motivos: beneficios de negocios comunes, tareas de asesoría en convenios urbanísticos y las aportaciones a la campaña electoral de 2003 del Grupo Independiente Liberal (GIL).
El fiscal Anticorrupción López Caballero no se cansa de preguntar por las distintas aportaciones de empresarios a la contabilidad de Maras Asesores. Roca siempre le explica que "en las intermediaciones, en un 90% de los casos se cobra en ‘B’. Los intermediarios suelen declarar una parte para justificar sus ingresos y el resto no lo declaran".
En todo momento el ex asesor habla con soltura sobre los "pagos en B". Roca, perfectamente asesorado por sus letrados, sigue en la línea de reconocer delitos fiscales, ya que sabe que son cargos menores en relación a los demás que se le imputan. Entre los tratos realizados ayer se jactó de un proyecto que hizo con Fidel San Román: "Hice un extraordinario negocio y el señor San Román un pésimo negocio. El dinero que me pagó fue por redactar el proyecto urbanístico y no por ninguna otra cosa". Así se justifica negando los sobornos.
Cobro de los concejales
La mayoría de los concejales que ahora se sientan en el banquillo están siendo salpicados por la declaración de Roca. Dentro de las imputaciones que se han hecho a los ediles, volvió a afirmar que repartía dinero de sus negocios particulares entre los concejales del equipo de gobierno municipal, “pero siempre para mantener la cohesión del grupo”. Relató ante el juez que su papel durante la campaña de las elecciones municipales era la de “actuar de tesorero y le daba el dinero a quien Jesús Gil decía”.
Según su exposición, simplemente se encargaba de pedir dinero a algunos empresarios y también registraba cobros entregados directamente a Jesús Gil. "Las gratificaciones a concejales eran parte de un acuerdo político”, y alega: “¿Cómo le voy a pagar a los concejales por algo que no ha ocurrido?” El acusado, de este modo, argumenta que el pago a los concejales del Ayuntamiento no tenía nada que ver con la aprobación de convenios.
El máximo imputado en la trama corrupta marbellí ha asegurado que pidió “personalmente” aportaciones a Eusebio Sierra, cuya entrega registró bajo las iniciales E.S.R.R.A., mientras que en otros casos, como el de los promotores de Madrid Juan Arévalo (J.A.) y Juan Hidalgo (J.H.) los gestionó directamente Jesús Gil porque eran “muy amigos”. También admitió Roca que las aportaciones que vienen en sus cuentas con las siglas SKAN corresponden a Rafael Gómez 'Sandokan' que tenía unos locales situados en el edificio Mare Nostrum, en la calle Camilo José Cela de Marbella.
El fiscal sostiene que en esos locales se hicieron determinadas obras, como un acceso al paseo marítimo, sin las licencias necesarias. De ahí que pagara a Roca, según el escrito de acusación. En este punto se quedó la vista, para continuar hoy con las diferentes transacciones que el cerebro de la trama de la Operación Malaya hizo con otros empresarios.
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