La presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina
Fueron en su día otro de los ejemplos del derroche de las Comunidades Autónomas y hoy esperan, en el garaje, a ser colocados al mejor postor. Es lo que pasa en muchas comunidades autónomas y en algunas grandes capitales con la lujosa flota de vehículos oficiales que hasta el pasado mes de mayo disfrutaban numerosos políticos de uno u otro signo. No corren tiempos propicios para pasearse con ellos por las calles y su destino está ahora en las subastas públicas como la convocada por el Gobierno de María Dolores de Cospedal para el próximo 12 de diciembre. Una oportunidad en la que encontrar a precio de ganga lo que hasta hace nada era un lujo restringido a los regidores y gobernantes.
El último caso lo acaba de protagonizar el Ayuntamiento de Pamplona, que este miércoles subastaba por 20.000 euros el Volkswagen Phaeton V.6 que utilizaba la ex alcaldesa y hoy presidenta del Gobierno foral, Yolanda Barcina. El modelo, un 3 litros, diesel, con 210 caballos y 70.000 kilómetros, tiene un precio en el mercado de unos 65.000 euros, aunque el comprador, David Arizmendi Ubanell, se lo ha quedado al precio de salida de 20.000 euros. Fue la única persona que pujó por él en una subasta en la que también salieron a la venta otras 7 motocicletas y 17 ciclomotores.
El concejal de seguridad ciudadana de Pamplona, Ignacio Polo, de UPN, considera que no se ha malvendido el vehículo porque ha sido amortizado durante cinco años y porque “al ser un coche oficial, no se pagaron impuestos por él cuando fue comprado”. Justifica la medida en que el nuevo alcalde no tiene la necesidad de viajar tanto como su antecesora, que ocupaba un cargo en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y porque no resulta estético que el alcalde se mueva en un vehículo de alta gama. “Antes sí, por razones de seguridad y porque Barcina viajaba mucho, pero hoy las circunstancias no lo aconsejan”, señala.
68 vehículos en Castilla-La Mancha
El tema de los coches es un asunto que muchos de los presidentes que llegaron al poder en mayo están utilizando para sacar los colores a quienes les precedieron. Como ocurre en la Junta de Castilla-La Mancha, donde casi 15.000 personas visitaron, el pasado fin de semana, la exposición de 68 vehículos de la era Barreda organizada por Cospedal como paso previo a la subasta del 12 de diciembre. La primera de otras muchas que están por venir, según la propia presidenta.
Y es que, como denuncia el PP, el anterior gobierno socialista contaba con una flota de 2.500 vehículos, de los que 22, de alta gama, estaban reservados para el área de Presidencia. Aunque, la estrella de la colección es, sin duda, el Audi A8 blindado que utilizaba el propio José María Barreda y que tiene solo 52.000 kilómetros. El Gobierno regional lo compró por unos 360.000 euros, pero saldrá a la venta por menos de la mitad, 156.000.
El Consejero de Presidencia de Castilla La Mancha ya ha señalado que los modelos de la exposición son “el ejemplo claro del despilfarro” llevado a cabo por los socialistas durante sus mandatos. Unas críticas a las que ha contestado el propio Barreda, para quien toda esta desamortización es una “demagogia asquerosa” porque el blindado en cuestión se compró “por necesidad y no por gusto”, según una recomendación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ya que los etarras encarcelados en la región “ven la televisión de Castilla-La Mancha”.
El parque automovilística de Monago
Quien todavía no ha decidido, en cambio, qué hacer con los coches de representación no utilizados es el también popular José Antonio Monago, presidente de la Junta de Extremadura. Nada más asumir la presidencia, Monago limitó el uso de los vehículos a los 7 consejeros de la Junta y dejó sin vehículo a los directores generales y demás cargos de menor rango. Una decisión que ha cortado por lo sano con los desmanes de la anterior etapa y que ha dejado en los garajes de la Junta a cerca de 500 vehículos.
Según explican desde el PP regional, Monago aún no ha detallado sus planes al respecto, aunque su objetivo es dar salida pronto a todos esos modelos.
Monago seguirá, probablemente, la estela emprendida por la mayor parte de las administraciones autonómicas en esta época de vacas flacas. El Gobierno de Navarra también anunció en agosto que sacaría a la venta otros 12 coches oficiales para ahorrarse, calculan, unos 284.000 euros en carburante, reparación y seguros durante los próximos cuatro años. La venta aún no ha tenido lugar, pero incluye 6 Volkswagen Phaeton, 5 Audi A6 y un BMW 715 que corresponden al anterior ejecutivo de Miguel Sanz.
El Gobierno de La Rioja, por su parte, ya ha subastado otros cinco Audi A-6 adquiridos entre 2004 y 2005 y cuyo valor oscilaba entre los 5.000 y los 6.200 euros. El pasado año, el Gobierno de Pedro Sanz ya subastó otros tres vehículos de semejantes características por un importa total de 18.387 euros. Auténticos chollos en el mercado de las oportunidades que ponen punto final a toda una era de desmanes en la administración autonómica y municipal.
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