DESTAPA SU ‘PROGRAMA OCULTO’ DOS DÍAS DESPUÉS DE LAS ELECCIONES
Artur Mas durante la rueda de prensa de los recortes
Pasadas las elecciones, ya todos se pueden destapar las caretas. El primero ha sido el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, que anunció severas medidas para atajar el déficit. A saber: subida de los transportes públicos, subida del canon del agua, nuevo recorte salarial a los funcionarios y subida de las tasas universitarias. Incluso estudia una tasa para las recetas médicas “para evitar abusos” y una subida de la gasolina para sostener la red viaria.
Al mismo tiempo, reclama al Gobierno central que pague a Cataluña los 1.450 millones de euros que le debe del Fondo de Competitividad. Eso sí, aunque en campaña se había comprometido a rebajar el tramo autonómico del IRPF, lo mantendrá en el 49% y está dispuesto a aplicar de nuevo el Impuesto de Patrimonio si el PP lo mantiene desde Madrid, puesto que es un impuesto de ámbito estatal.
“Después de los resultados de este domingo, este Gobierno se siente fuerte y legitimado para tomar estas medidas”, dijo Mas en una comparecencia este mediodía, tras la reunión del Ejecutivo catalán. Su lectura De momento, ya ha dado órdenes a la vicepresidenta, Joana Ortega, y al consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, para que se pongan manos a la obra y confeccionen unos presupuestos del 2012 que incluyan estas novedades.
Mas subrayó que “habrá que hacer algunos esfuerzos en el ámbito fiscal y en el ámbito salarial de los empleados públicos. Los ciudadanos nos dicen que ajustemos, que seamos austeros, que ahorremos, pero que mantengamos los servicios. Y si no queremos recortar los servicios, es necesario que reduzcamos los ingresos de los empleados públicos. No serán recortes importantes en porcentaje, pero es un sacrificio que hemos de pedir”.
El presidente catalán justificó sus intenciones diciendo que “aunque haya a quien le pueda parecer excesivo, si no queremos tocar las líneas rojas del estado del bienestar, la Generalitat no tiene más remedio que tocar los salarios de los empleados públicos y de pedir sacrificios a los ciudadanos en su conjunto”. Porque, advirtió, de no tomar estas medidas, corremos el peligro de traspasar las líneas rojas del estado del bienestar”. Mas subrayó que “hemos tocado fondo y si seguimos recortando el gasto en ámbitos muy sensibles, podríamos poner en peligro servicios esenciales para la población”.
En busca de aliados
Además, reiteró que “hoy no se ha aprobado nada. El Gobierno lo comenzará a plantear en el momento de hacer los presupuestos, pero sí he dado una instrucción para orientar las cosas de cara al 2012. Porque esto necesita un clima de serenidad para ser debatido y planteado. Pero el Gobierno no había trabajado sobre esto, no era consciente de por dónde irían las cosas.
Para los consejeros ha sido una sorpresa, pero como President hice una reflexión profunda y puse sobre la mesa el tema en un momento en que, sin el pim pam pum de una campaña electoral, se puede debatir serenamente”. De todos modos, es consciente de que “lo hemos de llevar al Parlamento y buscar alianzas para poder aprobarlo, puesto que no tenemos mayoría absoluta”.
Sin embargo, los aumentos de tasas anunciados no serán medidas temporales. Justificó, por ejemplo, la subida de las tasas universitarias “porque no tiene sentido que un universitario pague menos que una escuela concertada. Por tanto, hemos de subir sus tasas pero con un programa de becas potente para que el que no tenga recursos pueda ir igual”. Y al hablar de las tasas sanitarias, también lo justifica por “un cierto cambio de actitudes.
Los países europeos más ricos tienen tickets moderadores en determinados servicios, como en farmacia, para que no se cometan abusos. Y si estos países los tienen, ¿porqué no los hemos de tener nosotros también?”. Sin embargo, se negó a pagar de copago sanitario. “El copago sería que el ciudadano pagase una parte de los medicamentos en la farmacia, por ejemplo. Pero los tickets moderadores, que se pueden aplicar a diversos sectores, sería una barrea de acceso. En el caso sanitario, por ejemplo, podría ser equis dinero por receta”.
“Estamos en un momento de esfuerzos especiales y sacrificios compartidos”, reiteró en varias ocasiones. Pero aprovechó para llevar el agua a su molino. “Todo esto no lo pediría si Cataluña si tuviese resuelto el tema de su financiación de una manera justa, es decir, si tuviésemos el pacto fiscal”. Este pacto, que quiere poner encima de la mesa del nuevo presidente del Gobierno central, prevé la recaudación, por parte de la Generalitat, del 100% de los impuestos en esta comunidad y el pago luego de un cupo al Estado, como hacen el País Vasco y Navarra.
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