Annacone, técnico del suizo, y Toni, del español, analizan un duelo marcado por la imbatibilidad bajo techo (0-3) del campeón de 16 grandes.- El mallorquín ya le ha vencido sobre cemento, tierra y hierba
"¿Importa eso realmente cuando estamos hablando de dos grandes jugadores?". Paul Annacone, el técnico de Roger Federer, se hace esa pregunta cuando le recuerdan que su pupilo domina a Rafael Nadal (3-0) en sus cruces en pista de cemento indoor, el escenario de su próximo enfrentamiento, en la Copa de Maestros (21.00, Teledeporte), o que el español gana 17-8 sus duelos.
"Puede que un poco", continúa el entrenador estadounidense. "Acepto que Rafa diga que esta es su peor superficie, porque es increíblemente bueno en todas. Digamos que quizás es en la que se siente menos cómodo... pero entre estos dos tenistas hay tanta historia, tan pocos secretos, que generalmente el resultado depende de quién ejecuta mejor su plan en ese día en concreto".
El vencedor del Nadal-Federer tendrá pie y medio en semifinales como representante del Grupo B. Su duelo, que pone la friolera de 26 títulos grandes sobre la pista, es ya un clásico del tenis y de la Copa de Maestros, donde el suizo se impuso al español en la estupenda final de 2010, resuelta por un 6-3, 3-6 y 6-1. Nunca ha logrado Nadal vencer a Federer bajo techo, su territorio preferido desde que era un tenista desconocido.
Allí es donde el suizo, ya con 30 años, ha ganado cinco de sus últimos seis trofeos. ¿Por qué?
"Porque aquí, Federer lo tiene todo controlado, y eso le da una ventaja: entre el saque y la derecha, que le va muy bien en estas condiciones, es muy difícil que su rival le encuentre el revés tan fácilmente como al aire libre", argumenta Toni Nadal, tío y entrenador del número dos mundial. "Se te gira rápidamente con la derecha".
Hay alguna otra cosa. "Es mejor que yo en esta superficie. Lo ha demostrado toda su carrera", analiza su sobrino, que apenas se entrenó media hora al día siguiente de la indigestión que sufrió en su victoria ante Mardy Fish. "Mi golpe con efecto no le afecta igual, la bola no salta tanto. No hay ningún tipo de condición que le impida golpear la bola limpia, y con tanta calidad como tiene...".
Hay que remontarse a Roland Garros para encontrarse con el último pulso entre los dos grandes rivales. Allí, sobre tierra, Nadal se impuso en la final, igual que en la última ocasión en la que se enfrentaron sobre cemento y sobre hierba. Annacone, sin embargo, cree que Federer encontró claves nunca antes descubiertas en aquella derrota parisina: "Le faltó un punto para estar un set arriba (una dejada en punto de set que se le marchó por milímetros), lo que habría cambiado la dinámica del partido. En términos de estrategia, de cómo jugó los puntos, estoy muy contento con cómo jugó".
Esto es Londres. Esto en la Copa de Maestros, donde cada juego suma para la clasificación de semifinales. Esto es un Nadal-Federer sobre cemento y bajo techo. Esto, también, es un reto tremendo. El mallorquín ya ha ganado al suizo sobre cemento, arcilla y hierba. Llega la última prueba. El último refugio de Federer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario