Agentes de la Policía Nacional han desarticulado dos grupos dedicados a la explotación sexual de mujeres que operaban en clubes y domicilios de Girona, Málaga y Madrid. La desarticulación se ha producido a raíz de un operativo anterior en el que se arrestó a una madre que obligaba a prostituirse a sus dos hijas menores de edad. Tras las nuevas investigaciones, han sido detenidas un total de 20 personas, entre ellas los dos presuntos responsables de la organización.
Los dos grupos criminales se dedicaban a explotar a mujeres en una casa de citas de Girona capital y seis clubes de diferente puntos del país. Tres de estos prostíbulos se encontraban en la provincia de Málaga, otro de ellos en Madrid y dos más en la provincia Girona. Gracias a una compleja investigación, los agentes consiguieron localizar a los dos principales responsables de los grupos criminales en un domicilio de la localidad de Figueres (Girona).
Los investigadores han procedido a la completa disolución de las dos bandas de proxenetas y a la detención de 20 personas, 6 de ellas presuntamente por delitos relativos a la prostitución y corrupción menores entre otros. Al resto de los arrestados se les imputan delitos contra la prostitución y contra el derecho de los trabajadores.
Se han realizado seis registros en los diferentes prostíbulos de Girona, Málaga y Madrid, uno en una casa de citas de Girona capital y otro en un domicilio de la localidad de Figueres (Girona). Los agentes han intervenido 25.000 euros en efectivo, además de documentos probatorios de los delitos investigados, entre los que se encuentra un contrato de "compraventa" de las dos menores explotadas firmado por la madre y el proxeneta.
Las jóvenes habían sido trasladadas desde Rumanía a España por un compatriota y su mujer. Estas dos personas y la madre de las niñas habían firmado un contrato en el que la progenitora cedía las menores al proxeneta con el fin de que ejercieran la prostitución en nuestro país. Contrato que fue posteriormente localizado por los agentes en uno de los locales registrados.
Ante esta situación, las menores pidieron ayuda a una mujer de nacionalidad rumana que trabajaba en el prostíbulo donde se encontraban. Las menores fueron entonces trasladadas a Málaga, posteriormente a Madrid y de nuevo a la Costa del Sol donde fueron de nuevo obligadas a ejercer la prostitución. Por esas fechas la madre se trasladó a España, exactamente a la localidad de Torre de Mar (Málaga), para explotar ella misma a sus dos hijas. Fue entonces cuando las hijas lograron escapar y denunciar a su propia madre y a la red de explotadores.
La operación se ha llevado a cabo por agentes de las UCRIF de Barcelona y Málaga, la Unidad de Extranjería y Documentación de La Junquera, el Grupo Operativo de Extranjeros de Girona y de la UCRIF Central.
Los dos grupos criminales se dedicaban a explotar a mujeres en una casa de citas de Girona capital y seis clubes de diferente puntos del país. Tres de estos prostíbulos se encontraban en la provincia de Málaga, otro de ellos en Madrid y dos más en la provincia Girona. Gracias a una compleja investigación, los agentes consiguieron localizar a los dos principales responsables de los grupos criminales en un domicilio de la localidad de Figueres (Girona).
Los investigadores han procedido a la completa disolución de las dos bandas de proxenetas y a la detención de 20 personas, 6 de ellas presuntamente por delitos relativos a la prostitución y corrupción menores entre otros. Al resto de los arrestados se les imputan delitos contra la prostitución y contra el derecho de los trabajadores.
Se han realizado seis registros en los diferentes prostíbulos de Girona, Málaga y Madrid, uno en una casa de citas de Girona capital y otro en un domicilio de la localidad de Figueres (Girona). Los agentes han intervenido 25.000 euros en efectivo, además de documentos probatorios de los delitos investigados, entre los que se encuentra un contrato de "compraventa" de las dos menores explotadas firmado por la madre y el proxeneta.
Denuncia en Málaga
La investigación se inició cuando dos menores, de 16 años de edad, denunciaron en la comisaría de Vélez-Málaga ser víctimas de una organización criminal que se dedicaban a la explotación sexual de mujeres en varias provincias del territorio nacional. Las gestiones policiales condujeron hasta la madre, quien las obligaba a prostituirse y controlaba todo el dinero que se ganaba con su explotación sexual. Su progenitora fue detenida a principios de octubre, decretando el juez su ingreso en prisión incondicional.Las jóvenes habían sido trasladadas desde Rumanía a España por un compatriota y su mujer. Estas dos personas y la madre de las niñas habían firmado un contrato en el que la progenitora cedía las menores al proxeneta con el fin de que ejercieran la prostitución en nuestro país. Contrato que fue posteriormente localizado por los agentes en uno de los locales registrados.
Sexo las 24 horas del día
Dotadas de documentación falsa, para evitar ser detectadas por las Fuerzas de Seguridad, las chicas fueron obligadas en primer lugar a mantener relaciones sexuales en una casa de citas en Girona las 24 horas del día. También eran forzadas a ingerir importantes cantidades de alcohol y drogas y en ocasiones eran golpeadas si se negaban a realizar los actos denigrantes.Ante esta situación, las menores pidieron ayuda a una mujer de nacionalidad rumana que trabajaba en el prostíbulo donde se encontraban. Las menores fueron entonces trasladadas a Málaga, posteriormente a Madrid y de nuevo a la Costa del Sol donde fueron de nuevo obligadas a ejercer la prostitución. Por esas fechas la madre se trasladó a España, exactamente a la localidad de Torre de Mar (Málaga), para explotar ella misma a sus dos hijas. Fue entonces cuando las hijas lograron escapar y denunciar a su propia madre y a la red de explotadores.
La operación se ha llevado a cabo por agentes de las UCRIF de Barcelona y Málaga, la Unidad de Extranjería y Documentación de La Junquera, el Grupo Operativo de Extranjeros de Girona y de la UCRIF Central.
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