La sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero al frente de la secretaría general del PSOE ha terminado por contaminar la recta final de la campaña socialista para el 20N, a pesar del empeño del candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, y sus colaboradores, por aparcar este asunto hasta el día 21, "o el 22 o el 23", en palabras de Rubalcaba.
El candidato ha mantenido un silencio escrupuloso sobre si aspirará a liderar el PSOE, para no distraer el foco de la campaña electoral. "Hasta el día 20 de noviembre voy a ser el líder del PSOE. Luego veremos los propios militantes lo que hacemos", afirmaba el día 15 en una entrevista, en la que recordaba que "el PSOE tiene sus mecanismos para elegir a sus dirigentes" y estos marcan que se haga una vez se celebren los comicios.
Sin embargo, las últimas 24 horas se vieron empañadas por los rumores sobre la inmediata convocatoria de un Congreso Federal del PSOE el mismo lunes, en la Ejecutiva que analice el resultado electoral.
Zapatero, no obstante, ha hecho saber a través de su entorno que el lunes no va a dimitir, que su intención es seguir siendo secretario general hasta el próximo Congreso y, si es necesario, tener un papel "arbitral" en la sucesión. También ha dejado claro que no convocará el Congreso el mismo lunes.
Según los Estatutos del PSOE, la Ejecutiva Federal sólo puede convocar un Congreso extraordinario, en un plazo de 40 días. El Congreso ordinario, que es en principio lo que el PSOE va a celebrar, lo convoca el Comité Federal con un plazo de 60 días. El Comité Federal se reunirá previsiblemente el 26 de noviembre o el 3 de diciembre y el Congreso sería a principios de febrero.
El debate sucesorio se mantuvo aparcado, o insinuado apenas en algunos mítines, hasta el miércoles 16 de noviembre, día en que el presidente del partido, Manuel Chaves, opinó que Rubalcaba debería seguir siendo líder después del 20N. "Yo creo que sí tiene que seguir, hay que darle un margen de confianza y de respaldo", dijo en una entrevista.
Ese mismo día saltaron las alarmas en la campaña, a raíz de unas palabras de la ministra Carme Chacón, que en mayo renunció a disputar en primarias la candidatura a la Moncloa. "A ver quién se atreve a decir lo contrario", fueron sus palabras, cuando le preguntaron si sería posible que una mujer catalana pudiese liderar el PSOE.
Chacón se expresó así un día antes de que Rubalcaba recalase en Barcelona en la penúltima jornada de campaña y pocas horas antes de que Rubalcaba protagonizase un mitin junto a Zapatero, los 'barones' José Antonio Griñán y Patxi López y dos candidatos jóvenes, Eduardo Madina y María González para escenificar la unidad entre generaciones socialistas.
La crisis quedó cerrada un día después durante la visita del candidato a Barcelona. En una breve rueda de prensa conjunta y en tono distendido, Chacón afirmó que ella sólo dijo que en su partido "no se discrimina a nadie por ser hombre o mujer o por haber nacido en algún territorio de España".
Tras esta respuesta, el candidato socialista enfatizó en dos ocasiones que la titular de Defensa se había explicado "perfectamente". Poco después, en una comida con mujeres del PSC, Chacón incluso le dio a Rubalcaba su ración de los "mimitos" que, según explicó entre risas, le ha dado a todos los candidatos catalanes en esta campaña.
BELLOCH: "TE ESTÁS GANANDO LOS GALONES"
Durante la campaña a algunos 'teloneros' de Rubalcaba sí se les escaparon expresiones de apoyo al candidato, pero sin aludir expresamente a la sucesión. "Se está ganando los galones del liderazgo del socialismo español", proclamó en Zaragoza el alcalde de la localidad, Juan Alberto Belloch, compañero de Gobierno de Rubalcaba bajo la presidencia de Felipe González.
El propio González no ha dudado en dejar claro que está a disposición del candidato y a disposición del PSOE hasta el 20, "el 21, el 25 y el 25 del mes que viene, como ya hizo en la conferencia política del partido el primer fin de semana de octubre: "Desde anteayer, hasta el 20N y después".
El presidente andaluz y secretario general de la mayor federación socialista, José Antonio Griñán, también tuvo su expresión de apoyo a Rubalcaba: "Hemos estado contigo en la precampaña, en la campaña y también lo estaremos después de las elecciones, Alfredo". El exministro y coordinador del programa de Rubalcaba, Jesús Caldera, dijo el viernes que debería ser líder del partido.
Por parte de Rubalcaba no ha habido pistas en los mítines, aunque sí alusiones a la fortaleza del PSOE --al que comparó con un roble, que "no se mueve, pase lo que pase" porque tiene raíces fuertes--. Aunque hubo una excepción, en Zaragoza, cuando le dijo a Marcelino Iglesias: "Has sido, estás siendo y serás un magnifico secretario de Organización del PSOE".
Tomás Gómez, tal vez el líder regional menos entusiasta con Rubalcaba, se ha desgañitado pidiendo el voto para él en esta campaña. El candidato se lo agradeció ya en la apertura de campaña, reconociendo su apoyo "constante desde el primer día" en que fue proclamado. "Gracias Tomás porque sé que de aquí al día 20 vas a estar a mi lado trabajando por aquello que compartimos", añadió.
¿VARA APOYA A PATXI LÓPEZ?
También ha habido alusiones veladas a otros posibles candidatos. El jueves, el extremeño Guillermo Fernández Vara dijo ante el lehendakari, Patxi López: "El País Vasco es donde está gran parte de la historia de nuestro partido y estoy convencido que es donde estará gran parte del futuro de nuestro partido".
En cualquier caso, el PSOE votará mirando de reojo la fecha del día 21 aunque, en palabras de Chaves, todo el PSOE ha mostrado una "gran unidad" para lo "difícil" que está siendo esta campaña. Chaves, que preside el partido, dijo también que como tal tiene "autoridad moral" dentro del partido para "mantener la unidad y la cohesión" antes y después del 20N.
MONTILLA, EN PRECAMPAÑA
El debate en todo caso, lleva tiempo instalado en el PSOE y apareció esporádicamente en la precampaña. El 6 de octubre, el primer secretario del PSC, José Montilla, opinó que "sería conveniente" que el hoy candidato "fuese el secretario general del PSOE", pero reconoció que ello dependía del Congreso Federal del PSOE y de la "voluntad" del propio Rubalcaba. Montilla no será líder del PSC cuando se celebre el Congreso Federal.
Pocos días después Fernández Vara dijo abiertamente que si el PSOE sufría una derrota grave en las elecciones generales debía haber una "convulsión" interna cercana casi a lo que supuso el 35 Congreso. Rubalcaba cortó de plano el "furor declarativo" afirmando, en un desayuno de Europa Press, que su compañero había tenido "días más felices" y recomendándole que hablase menos.
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