Los últimos rumores sobre Aguirre precipitaron la destitución de Granados

“CREYÓ QUE PODÍA JUGAR A SUCEDER A LA PRESIDENTA” DICEN EN LA COMUNIDAD

  

Esperanza Aguirre charla con Francisco Granados

“No es una cuestión de ahora. Esto viene de lejos, de muy lejos, pero llega un momento en que la paciencia se agota”. El entorno de la presidenta de la Comunidad de Madrid deja muy claro que la ‘pérdida de confianza’ de Esperanza Aguirre en Francisco Granados como secretario general del PP no ha sido de la noche a la mañana. Es más, en fuentes cercanas a la Puerta del Sol se responsabilizaba directamente a Granados de muchos de los rumores de los últimos meses sobre el futuro de Aguirre.

Francisco Granados fue destituido ayer en el Comité Ejecutivo del PP regional. Esperanza Aguirre lo anunció con Granados sentado a su derecha e inmediatamente propuso el nombre de su sucesor al frente de la organización, el vicepresidente Ignacio González, éste sí hombre de la total confianza de la presidenta, que fue ratificado por unanimidad del Comité.

Aguirre culminaba así, ante las ‘fuerzas vivas’ de la organización, el escarmiento de quien no hace mucho fuera su ‘mano izquierda’ (la derecha lo era y lo sigue siendo Ignacio González). Granados “lo ha sido todo con Aguirre”, explican las mismas fuentes, hasta vicepresidente, “pero cometió el error de creerse que podía aspirar a suceder a la presidenta”.

La ruptura llegó en las elecciones autonómicas de mayo, cuando Aguirre ya se mostró disconforme en público con la gestión de Granados en Justicia y, finalmente, lo apartó. En fuentes de la Comunidad aseguran que la “ambición” de Granados le había traicionado antes, y se había dedicado a propagar rumores y a “rajar” contra González, a quien veía como el rival para la hipotética sucesión de Aguirre. Eso le costó el cargo.

“Pero la presidenta aguantó, le ofreció ser senador, y encontró como respuesta el desdén”, y los rumores sobre Aguirre y su Gobierno empezaron a poblar los mentideros de la capital. 

A principios del verano, que la salud de Aguirre se había resentido y debía tirar la toalla; en agosto, cuando el triunfo de Rajoy era ya un secreto a voces en las encuestas, que la presidenta iba a ser alejada a la Embajada de Londres; en septiembre, que había una auténtica guerra de ‘sucesión’ entre González y la consejera Lucía Figar por relevar a una Aguirre que iba a abandonar… 

La Comunidad atribuía gran parte de estas ‘campañas’ a Granados (aunque otras fuentes añaden que hay muchas ‘ganas’ en la sede nacional del PP, concretamente en algunos de los que rodean a Mariano Rajoy, que hicieron de caldo de cultivo de esos rumores). “Cuando las campañas no se limitaron a los medios y la presidenta comprobó que intoxicaban ya los pasillos de Génova, desde la planta primera a la séptima”, Aguirre decidió destituirle.

Le sustituirá en la Secretaría del partido Ignacio González en un claro mensaje: él sí es de su total confianza. “Es su número dos en todo, y ahora también en el PP de Madrid”, confirman. Y lanzan un aviso a navegantes: la presidenta no piensa abandonar ni su salud se ha resentido. Eso sí, está decidida a no repetir al acabar esta legislatura.