jueves, 24 de noviembre de 2011

Las secuelas de la Operación Puerto, rebajadas al mínimo por un marco jurídico antiguo

EL JUICIO SE CELEBRARÁ SEIS AÑOS DESPUÉS DE ESTALLAR EL ESCÁNDALO

 Las secuelas de la Operación Puerto, rebajadas al mínimo por un marco jurídico antiguo

Eufemiano Fuentes, en una foto de archivo del año 2007.


Este miércoles se conocieron al fin novedades sobre la Operación Puerto. La que fuera una de las investigaciones contra el dopaje más relevantes de la historia del deporte mundial ha quedado reducida a un juicio contra siete personas por atentado contra la salud pública donde la Fiscalía pide dos años de cárcel para cada uno y el mismo tiempo de inhabilitación en sus respectivos cargos. Entre esas penas y nada quedarán las consecuencias de un proceso que hizo correr ríos de tinta y que parecía apuntar mucho más alto.

Cuando el 23 de mayo de 2006 se produjeron los primeros registros y detenciones (después de dos meses de trabajo en secreto por parte de la Guardia Civil), la llamada Operación Puerto sacudió todo el deporte nacional y al ciclismo especialmente. El doctor Eufemiano Fuentes, como supuesto cabecilla de la trama de dopaje sistemático destapada, pasó a primera línea informativa, al igual que algunos directores de equipo y un total de 58 corredores que serían clientes de la red.

La convulsión originada por esta operación propició, entre otras cosas, la concienciación de la clase política, que desembocó en una nueva Ley del Deporte donde el dopaje se introdujo en el Código Penal, pasando a ser considerado como delito. 

Por lo tanto, cuando ocurrieron los hechos de la Puerto, el juez instructor Antonio Serrano no tenía todavía esa potente arma jurídica a su disposición. Así, el caso estuvo a punto de quedarse en nada debido, en parte, a que el magistrado no permitía ciertas investigaciones de material incautado al no tratarse de un proceso penal sino civil, donde los derechos fundamentales prevalecen siempre. 

Se cerró totalmente la vía administrativa y sólo se continuó con la penal al aceptarse la acusación de supuestos delitos contra la salud pública, al entenderse que los directores de equipo y médicos imputados ponían en riesgo la vida de los corredores con sus prácticas de transfusiones programadas. Sobre todo en lo que concierne al transporte inadecuado de las bolsas de sangre.

El abogado de Fuentes irá "super tranquilo"

Tras un tortuoso y largo proceso judicial, con diversos recursos de una y otra parte, el juez Serrano ha terminado este miércoles el proceso de instrucción, determinando que deben sentarse en el banquillo de los acusados como imputados por el citado delito el doctor Fuentes, su hermana Yolanda (entonces médico del equipo Comunidad Valenciana), los también doctores José Luis Merino y Alfredo Córdova, y los exdirectores deportivos de equipos ciclistas Manolo Saiz, José Ignacio Labarta y Vicente Belda.

El abogado defensor de Eufemiano Fuentes, Julián Pérez-Templado, admitió en una entrevista concedida a El Confidencial en el mes de febrero, cuando estaba a la espera de conocer el comunicado de ayer, que iría a esta vista oral "super tranquilo, con la absoluta seguridad de que todo va a salir bien" para su cliente, que también tiene abierto otro proceso por la Operación Galgo. 

Ya avisaba el letrado que estaba seguro de que en el juicio, que se estima que tendrá lugar aproximadamente dentro de seis meses, justo cuando se cumplan seis años desde que se dio a conocer la Operación Puerto, al magistrado que sea designado "no le afectará la presión mediática" que ejerce la opinión pública. La misma que le puso el cartel de 'diablo' a Eufemiano, y que años después presenciará cómo las sanciones por la en su día rimbombante Operación Puerto quedarán reducidas prácticamente al mínimo.


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