El Atlético de Madrid volvió a dar una alegría a sus aficionados, un mes después, derrotando al Villarreal (3-0). La mano de Simeone se notó en los rojiblancos, no tanto en lo táctico como en lo psicológico. Adrián, el destacado y Falcao y Diego, los goleadores. El Submarino sigue hundiéndose.
Arrancó el nuevo atlético de Simeone en el Calderón ante una hinchada rojiblanca que se olvidó de cuentas pendientes (unas terceras Navidades vendiendo jugadores en el mercado invernal) y recibió al argentino como si de un salvador se tratara. El equipo le devolvió la confianza y derrotó a un Villarreal que pasó sin pena ni gloria por el feudo colchonero (3-0)
El Cholo no presentó demasiadas novedades tácticas (Juanfran de lateral derecho), pero sí consiguió cambiar por completo el aspecto psicológico de sus jugadores que se convirtieron en un equipo más aguerrido, más solidario y con más fe en sus posibilidades.
El Atlético salió desde el principio a por el partido, animado por su técnico que no se sentó un instante en el banquillo, y encerró al Villarreal en su área. Aunque esta tónica también se veía en los tiempos de Manzano, la diferencia estribó en el convencimiento que tuvieron los colchoneros en ganar el partido, y por supuesto, el apoyo total de la grada.
Tridente mágico
Las ocasiones se fueron sucediendo hasta que al borde del descanso un precioso pase de Tiago a Adrián, quien picó el balón con suma clase por encima de Diego López, permitía a Falcao abrir el marcador.
En la segunda parte el equipo no se relajó y salió dispuesto a sentenciar el partido algo que consiguió al poco tiempo cuando Falcao, tras una nueva asistencia de un destacado Adrián, hizo doblete desde los once metros. El Villarreal bajó los brazos conscientes de su inferioridad. Mucho deberá trabajar un Molina aplaudido por su antigua afición para rescatar un Submarino que se hunde.
Fue entonces cuando los rojiblancos se gustaron y decidieron devolver a su hinchada todo el cariño que esta le había dispensado. Las triangulaciones exquisitas entre Adrián, Falcao y Diego, se sucedieron y fue el brasileño quien anotó el tercero tras un buen pase de Filipe Luis, provocando el delirio en un Calderón que sueña con Europa.
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