Sólo Domínguez y Pulido tienen sitio fijo en la 12-13
Godín celebra uno de los goles del Atléti en Salzsburgo
El Atlético reconstruirá el eje de su defensa de cara a la próxima temporada. Una reconstrucción en la que ya se trabaja desde la dirección deportiva. Y es que de los cinco centrales que ahora están en nómina, sólo dos tienen su continuidad asegurada pasado el próximo verano, los canteranos Domínguez y Pulido. Los otros tres, Miranda, Perea y Godín apuntan a estar viviendo su última campaña como colchoneros.
Más allá del central brasileño, cuya continuidad no está asegurada ni ahora mismo, tal y como reconoció el propio jugador ante el Villarreal al deslizar que el club le buscaba una salida, Perea y Godín son otros dos jugadores que saben que tienen difícil su continuidad. Es más, el extranjero que más partidos ha vestido la zamarra atlética, Perea, ya tiene decidido no continuar más allá de junio de 2012, fecha en la que acaba su contrato y que el Atleti tampoco está por la labor de ampliar.
Distinto es el caso de Godín. El uruguayo, que llegó la temporada pasada, es un defensa con mucho cartel en el viejo continente. Estuvo apunto de salir rumbo al Chelsea en sus primeras navidades en el Calderón de no haberse opuesto frontalmente el Atleti. Este mismo verano se planteó su venta, pero el propio Gil Marín, consejero delegado del club, le pidió que esperase al menos una temporada más para abandonar el barco. Concluye contrato en 2015 y desde los despachos se ve con buenos ojos recuperar la inversión que realizaron dos veranos atrás cercana a los 12 millones de euros.
Ante la delicada situación que mantienen en el eje de la defensa, la dirección deportiva ya se mueve en búsqueda de refuerzos. Botía puede ser el primero. Gusta y su precio es accesible.
Más allá del central brasileño, cuya continuidad no está asegurada ni ahora mismo, tal y como reconoció el propio jugador ante el Villarreal al deslizar que el club le buscaba una salida, Perea y Godín son otros dos jugadores que saben que tienen difícil su continuidad. Es más, el extranjero que más partidos ha vestido la zamarra atlética, Perea, ya tiene decidido no continuar más allá de junio de 2012, fecha en la que acaba su contrato y que el Atleti tampoco está por la labor de ampliar.
Distinto es el caso de Godín. El uruguayo, que llegó la temporada pasada, es un defensa con mucho cartel en el viejo continente. Estuvo apunto de salir rumbo al Chelsea en sus primeras navidades en el Calderón de no haberse opuesto frontalmente el Atleti. Este mismo verano se planteó su venta, pero el propio Gil Marín, consejero delegado del club, le pidió que esperase al menos una temporada más para abandonar el barco. Concluye contrato en 2015 y desde los despachos se ve con buenos ojos recuperar la inversión que realizaron dos veranos atrás cercana a los 12 millones de euros.
Ante la delicada situación que mantienen en el eje de la defensa, la dirección deportiva ya se mueve en búsqueda de refuerzos. Botía puede ser el primero. Gusta y su precio es accesible.
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