El primer ministro húngaro defiende hoy en el Parlamento Europeo su polémica reforma constitucional
"Hungría es y será democrática", asegura en una entrevista previa a la intervención
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha dicho ante el Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia) que ha mandado una carta a José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión, de la que ha resumido su contenido: "Le dije que los problemas planteados por la Comisión podrían resolverse fácilmente", informa Reuters.
Orbán da explicaciones a los eurodiputados sobre la reforma que ha impulsado de la Constitución, que la Comisión Europea ve incompatible con el derecho comunitario. En declaraciones al rotativo alemán Bild, Orbán dice que está dispuesto a plegarse "a la fuerza, pero no a los argumentos" de la UE en el conflicto por la nueva legislación, que entre otras cosas resta independencia al Banco Central de su país.
Hungría cuenta con "un presidente en la cúpula del Banco Central que fue elegido por el anterior Parlamento. Su mandato termina en 2013 y eso no va a cambiar", afirma Orbán, "Además tenemos un consejo financiero cuyos miembros fueron elegidos también por el viejo Parlamento. Ahora solo se trata de incrementar el número de integrantes del consejo financiero. Si la UE tiene problemas con ello estamos dispuestos a aceptar sus exigencias. Incluso si es en perjuicio del Banco Central".
En cuanto a su intervención hoy ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Orbán se muestra dispuesto a plantar cara a los críticos hacia la política de su Gobierno, que es considerada autoritaria por los ejecutivos de muchos países de la UE. "Aconsejo [a los que le acusan de no ser democrático] que echen un vistazo a nuestra Constitución. Hungría es y será democrática y un país de los luchadores por la libertad. Defendemos nuestros valores y nuestra nación, también cuando sopla el viento en contra, aun cuando alcance fuerza huracanada", afirma.
"Estamos abiertos y dispuestos a negociar sobre todos los problemas que presente la Comisión de la UE sobre la base de argumentos serios", concluye.
Sanciones
La Comisión amenazó ayer con denunciar a Hungría ante el Tribunal de Justicia de la UE si el país no modifica las nuevas leyes adoptadas y los cambios introducidos en su Constitución, contrarios a la legislación y los valores de los Veintisiete.
Las reformas incluyen, además, el adelanto obligatorio de la edad de jubilación de los jueces de los 70 a los 62 años, una medida que en la práctica se ha traducido en una purga que afecta a más de 250 magistrados, y que, según Bruselas, supone una "discriminación" que vulnera las normas europeas.
Por todo ello, el Colegio de Comisarios anunció la apertura de tres procedimientos sancionadores contra Hungría, encaminados a corregir cada uno de los problemas detectados. Bruselas ha dado a las autoridades del país un plazo de un mes (la mitad del tiempo que normalmente se concede en estos casos) para que tomen las medidas necesarias para enmendar las leyes.
Denuncia
En el caso de que las autoridades húngaras no respondieran de manera satisfactoria en el próximo mes, la Comisión les enviaría un dictámen motivado, segundo paso del procedimiento de infracción comunitario, previo a la denuncia ante el Tribunal de la UE. No obstante, Bruselas confía en que los problemas se resuelvan a tiempo y no sea necesario recurrir a la Justicia europea.
Por otro lado, analistas consideran que la decisión de la Comisión puede tener un impacto sobre el préstamo de entre 15.000 y 20.000 millones de euros que Hungría espera recibir del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea. La Comisión y el FMI suspendieron en diciembre las conversaciones preliminares que mantenían con Budapest por los temores a que la ley sobre el Banco Central húngaro socavara la independencia de esa entidad.
Para impulsar las conversaciones entre la Comisión y las autoridades húngaras, Orbán también se reunirá con Barroso en Bruselas el próximo 24 de enero.
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