El Espanyol remontó en 5 minutos un partido que perdía 0-2 ante el Mirandés. El árbitro Mateu Lahoz también se tornó en protagonista con varias decisiones perjudiciales para el equipo de Segunda B.
El Espanyol se abona a los finales de infarto en la Copa del Rey, superó la eliminatoria de octavos ante el Córdoba gracias a un gol en el último minuto y hoy, en la ida de cuartos al Mirandés. Con más esfuerzo aún porque ha tenido que remontar una desventaja de dos goles y lo ha conseguido en los últimos 5 minutos, evitando que el equipo de Miranda de Ebro diera la sorpresa.
Un Mirandés que en Cornellá se encontró, aparte del Espanyol, con un enemigo que no esperaba, el árbitro Mateu Lahoz. El colegiado valenciano, que presume de dejar jugar, dejó jugar en exceso dentro del área del Espanyol, obviando de este modo dos penaltis claros a favor del Mirandés. De eso, y del gol del 1-2, con el que los pericos inician la remontada, en posible fuera de juego, se va a hablar mucho en tierras burgalesas.
El caso es que el Mirandés llegó a ir ganando 0-2 en Cornellá. Marcó Alain Arroyo el primero para los rojillos durante el primer tiempo y fue el genial Pablo Infante el que logró el segundo tanto para su equipo, gol que prácticamente le regaló el central Amat pero que aún así, es para enmarcar por su definición, de vaselina ante la salida de Casilla.
El caso es que el Mirandés llegó a ir ganando 0-2 en Cornellá. Marcó Alain Arroyo el primero para los rojillos durante el primer tiempo y fue el genial Pablo Infante el que logró el segundo tanto para su equipo, gol que prácticamente le regaló el central Amat pero que aún así, es para enmarcar por su definición, de vaselina ante la salida de Casilla.
Pero el sueño del Mirandés se tornó en pesadilla. El 1-2 no queda exento de polémica, pues la posición de Weiss tras el saque de su portero y que lo deja sólo ante el portero del Mirandés es bastante dudosa. A partir de ahí, el equipo burgalés se desmoronó y Rui Fonte primero y Verdú después certificaron la remontada españolista, remontada que muchos aficionados no vieron porque decidieron marcharse antes de tiempo a casa.
Así pues, victoria por 3-2 para el Espanyol pero eliminatoria muy abierta. Dentro de siete días, el Mirandés y el equipo catalán se volverán a ver las caras en el Estadio de Anduva, de donde no salieron bien parados los rivales de este equipo en anteriores eliminatorias, y ya se ha visto que el pequeño puede con el grande.
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