jueves, 5 de abril de 2012

La selección española de balonmano afronta el último paso hacia los Juegos

  • Serbia, Polonia y Argelia, rivales de España en la clasificación olímpica
  • Los dos primeros en el preolímpico de Alicante acudirán a los Juegos

 Selección española de balonmano

Integrantes de la selección española de balonmano, en una de las sesiones preparatorias del preolímpico para los juegos de Londres 2012.


Avalada por los éxitos en el Mundial de Suecia y en el pasado Europeo de Serbia, la selección española de balonmano afrontará a partir del próximo viernes en Alicante un durísimo preolímpico, en el que a España sólo le vale un resultado: la consecución del billete para los Juegos de Londres. 

El caro billete olímpico


Para ello, los de Valero Rivera deberán ocupar una de las dos primeras plazas en un torneo que se completará con la presencia de Serbia, vigente subcampeona de Europa, Polonia y Argelia, segunda en el último campeonato africano de naciones.

Tres rivales que pondrán a prueba la solidez de una selección española, que presentará más novedades de las esperadas con respecto al equipo que alcanzó el pasado mes de enero las semifinales en el Campeonato de Europa disputado en Serbia.

Especialmente en el lateral izquierdo, donde Valero Rivera ha prescindido de Alberto Entrerríos, lesionado, y de Iker Romero, por decisión técnica, para dar entrada a Antonio García y a Mikel Aguirrezabalaga.

Novedades a las que sumar la presencia, en el extremo derecho, de Albert Rocas, que sustituirá al lesionado Roberto García y de Valero Rivera, hijo del seleccionador, que reemplazará en el extremo izquierdo a un Juanín García, que se ha quedado fuera de la lista por decisión técnica.

Cambios que no variarán las constantes del conjunto español, bronce en el Mundial de Suecia 2011, que volverá a tener en la defensa, uno de los puntos donde más se nota la labor de Valero Rivera, y en el contragolpe sus mejores armas.

El técnico español tratará de sorprender a unos rivales que si sobresalen por algo, especialmente Serbia y Polonia, es por su descomunal capacidad de lanzamiento exterior, gracias a la presencia de algunos de los más temibles cañoneros del Mundo.

Serbia, primer rival


Lanzadores como Marko Vujin o Momir Ilic, elegido mejor jugador del pasado Campeonato de Europa, que lideran el ataque de una selección serbia, primer rival del conjunto español en el torneo, que parece dispuesta a recuperar su lugar en la elite, tras colgarse la medalla de plata en el Europeo.

Un resultado inimaginable sin el concurso del central del Ademar de León Dalibor Cutura, en quien el técnico Veselin Vukovic ha encontrado la pieza que le faltaba para sacar al máximo rendimiento a un equipo plagado de estrellas, pero incapaz de rendir en las grandes competiciones internacionales.

Sin olvidar, al portero Darko Stanic, mejor guardameta del último Europeo, que protagonizará el viernes un vibrante duelo con los cancerberos españoles, entre los que Valero Rivera no sabrá si podrá contar hasta el último momento con el lesionado Arpad Sterbik.

Portería en la que Polonia recuperará a Slawomir Szmal, elegido mejor jugador del Mundo en el año 2009, tras perderse por lesión el pasado Europeo de Serbia, lo mismo que el lateral derecho Marcin Lijewski, que reforzará la temible primera línea polaca en Alicante.

Una primera línea en el que además de Lijewski figuran cañoneros de la talla de Karol Bielecki, Michal Jurecki o Krzysztof Lijewski, hermano menor de Marcin, con el que compone un peligrosísimo flanco derecho del ataque.

Jugadores que examinarán la entereza del conjunto español en una última jornada a la que España confía en llegar ya con los deberes hechos, para lo cual deberá haber derrotado antes a Serbia y Argelia, a priori el rival más débil del preolímpico.

Una etiqueta que el conjunto magrebí, que se medirá el sábado con España, tratará de quitarse con un agresivo juego en el que tendrán un papel fundamental el lateral Sassi Boultif, exjugador del Academia Octavio, y el pivote Mohamed Mokrani, que llegó a disputar cinco encuentros con la selección francesa antes de decantarse por el equipo de sus antepasados.


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