- Regresan clásicos como Spiderman o James Bond
- Para toda la familia películas en 3D como 'Brave'
- Los estrenos esperan alcanzar buena taquilla
Actores principales de la película 'Battleship' ("Batalla naval") en el estreno en Tokio, Japón.
Hollywood no estrena sus grandes apuestas hasta que la primavera, y
sobre todo el verano, llegan a EE.UU., proyectos que vuelven a estar
dominados por superhéroes y sagas que esperan vencer en taquilla como Los juegos del hambre o, al menos, que no les destierren a Marte con John Carter.
El film de moda llegó a las carteleras de medio mundo a la vez que la primavera. Los juegos del hambre y su retrato de una sociedad distópica, en la que un grupo de jóvenes debe luchar por su vida en una competición, no tiene, desde su estreno, rival en la taquilla estadounidense.
Y si la primera entrega cinematográfica de la saga literaria escrita por Suzanne Collins es ya un éxito, la superproducción John Carter y sus aventuras marcianas se perfila como un sonado fracaso de taquilla, reconocido ya por los estudios Disney.
Taylor Kitsch, protagonista de John Carter, tiene una segunda oportunidad con su papel en la cinta de acción y ciencia ficción Battleship, heredera de los efectos especiales de Transformes y con un gran presupuesto, en la que el tradicional juego de Hundir la flota sustituye los barcos enemigos por alienígenas.
En grupo, "recomenzando" o con una tercera parte, los superhéroes son los más seguros vencedores en la lucha por la taquilla.
Regresan los superhéroes, entre ellos, Spider-Man
"Los vengadores" serán los primeros en llegar. Sus armas, un reparto plagado de estrellas como
Scarlett Johansson, Chris Hemsworth o Robert Downey Jr., que retoman
sus papeles de Viuda Negra, Iron Man y Thor, y un director, Joss Whedon,
creador de "Buffy, el cazavampiros" con una legión de seguidores, que
se unen a los de los cómics.
Una jugada que espera ser suficiente para hacer rentables los 220 millones de dólares que se estima que ha costado.
Spiderman renacerá en julio cambiando a Tobey Maguire por Andrew Garfield y con una aproximación que se espera más oscura que las de las tres anteriores películas dirigidas por Sam Raimi.
The Amazing Spider-Man está a cargo de Marc Webb,
director de "(500) días juntos", una cinta "indie" muy alejada de los
superpresupuestos, pero que fue un éxito. Y tampoco hay que olvidar que
cuenta con Emma Stone, la última chica de moda.
Pero aún más expectativas, y no sólo económicas, son las que rodean a El caballero oscuro: La leyenda renace,
que también llega en julio. Una segunda parte de la saga dirigida por
Christopher Nolan que cuenta con el impulso y, al mismo tiempo lastre,
de El caballero oscuro.
Como novedades, una Anne Hathaway enfundada para representar a Catwoman, o Joseph Gordon-Levitt y Marion Cotilliard que repiten con el director tras Origen y que se unen a Christian Bale, Morgan Freeman, Michael Caine y Liam Neeson.
Ridley Scott, director experto en espectaculares películas, algunas de ellas grandes fracasos como El reino de los cielos, estrenará otra de las grandes producciones del año, Prometheus.
Scott vuelve a la ciencia ficción con esta precuela de Alien que cuenta con el reclamadísimo Michael Fassbender en el papel de un androide, lo que le acerca a una de las obras de culto del director, Blade Runner.
3D para toda la familia como 'Brave'
En el campo de "para toda la familia" Hollywood vuelve a apostar por la animación, por supuesto en 3D, con Brave, Madagascar 3: De marcha por Europa y Ice Age: Continental Drift.
La primera de ellas es la que se espera que sea la joya de Pixar de este año y que sigue la moda de las princesas que se labran su propio camino sin necesidad de príncipes.
Las otras dos aprovechan la buena recaudación y decente entretenimiento de sus predecesoras para alargar la franquicia.
Entre las sagas también entran los espías de alto presupuesto con mucho que demostrar.
Con Men in black III, Will Smith pretende
demostrar que sigue siendo el actor más rentable de la industria tras
casi cuatro años sin protagonizar una película, a pesar de la
dificultades en la que se ha visto envuelta la cinta hasta que se ha
finalizado.
Jeremy Renner debe conseguir hacer olvidar a Matt Damon en El legado de Bourne y Daniel Craig, se pone de nuevo en la piel de James Bond y a las ordenes de Sam Mandes en Skyfall, para demostrar que el agente 007 sigue siendo rentable, a pesar de los problemas de presupuesto que la han ido posponiendo.
El año lo cerrará The Hobbit: un viaje inesperado
de la que se espera que sea, al menos, tan épica como la trilogía
original y cuyo viaje no será complicado solamente dentro de la
pantalla, sino también en la taquilla.
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