Entierran a 145 víctimas de la explosión de un almacén de armas en el Congo

• Más de 2.300 personas resultaron heridas en el trágico suceso
• Cerca de 14.000 se quedaron sin hogar al derrumbarse sus casas

Paisaje de la ciudad con el humo visto de lejos tras la explosión ocurrida en un depósito de artillería.

Los cuerpos de 145 víctimas de la explosión de un depósito de armas hace una semana en Brazaville han recibido sepultura, tras una ceremonia a la que asistió el presidente de la República del Congo, Denis Sassou Nguesso.

El acto, celebrado un ritual ecuménico, se desarrolló en el Palacio de Congresos de Brazaville y contó con la presencia de familiares de las víctimas del suceso, ocurrido en el cuartel del regimiento de blindados de Mpila.

En el accidente, más de 2.300 personas resultaron heridas mientras que cerca de 14.000 se quedaron sin hogar, según datos del Gobierno congoleño.

A la ceremonia acudieron también representantes de gobiernos de países vecinos como la República Democrática del Congo (RDC), la República Centroafricana o Angola, así como diplomáticos acreditados en el país.

Vícitmas enterradas anteriormente

Una decena de familias musulmanas enterraron a sus seres queridos según el rito de su fe religiosa, sin esperar al funeral oficial. También los cuerpos carbonizados de algunas víctimas, en su mayoría jóvenes reclutados del cuartel militar afectado por la tragedia, cuyo número no ha sido facilitado por el jerarquía de las Fuerzas Armadas congoleñas, fueron enterrados anteriormente.

Se desconoce aún el número exacto de víctimas de la explosión, pues se supone que permanecen en los escombros cuerpos sin vida y hay personas que buscan en vano a familiares dados por desaparecidos desde el accidente.

Más allá de las palabras de homenaje pronunciadas durante el acto, muchos congoleños no esconden su descontento con el Gobierno y la clase política por la negativa del Parlamento a abrir un debate sobre la depuración de responsabilidad en la tragedia.

Además, la declaración de Nguesso, que relacionó la explosión con un cortocircuito, ha agravado el descontento de la opinión pública.

El mismo argumento se esgrimió para explicar un accidente que se produjo en el mismo cuartel en 2009, al explotar un depósito de municiones en el domicilio de un oficial de la Guardia Presidencial.
Aunque Nguesso ha anunciado la apertura de una investigación del siniestro, la Coordinadora de Asociaciones y Redes de la Sociedad Civil del Congo (CARESCO) ha pedido que se agilicen las pesquisas y se publiquen los resultados para exigir responsabilidades.