El serbio, vigente campeón, abre en Australia la defensa de sus dominios como claro favorito al título. Federer, Murray y Nadal, algo más lejos, lideran el cerrado elenco de candidatos
Vuelve el calor a Melbourne Park. Lo percibe Novak Djokovic, el mejor tenista del momento, mientras se despega la camiseta adherida a su piel. La canícula australiana deparará temperaturas superiores a los 35 grados para la semana próxima. Se lo comunica su equipo técnico, nuevamente condimentado con la presencia del gurú y nutricionista Igor Cetojevic, la fuente de energía del número uno del mundo.
El tallista que ha esculpido con su dieta sin gluten y sus técnicas acupunturistas a un tenista inabordable. A un jugador que afronta desde este lunes 16 la primera de sus paradas de una hoja de ruta inmaculada tras un 2011 para el recuerdo. Llega el Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año. Un torneo propenso a las sorpresas --dada la escasa preparación previa-- que tratará de desvelar el gran misterio de la temporada: ¿podrá Djokovic prolongar su hegemonía?
La voz del circuito es unánime. Si alguien parte como principal favorito para levantar la Copa Norman Brookes aquí en las antípodas es el serbio. Pese a que culminara la campaña pasada casi extinto por los problemas físicos en el hombro, la huella psicológica en sus principales rivales aún es alargada. Únicamente presenta una incógnita a la pizarra.
Nunca encadena dos años de triunfos en una misma plaza de renombre (Grand Slam o Masters 1000). De ahí la exigencia después de un curso casi perfecto (70-6) con diez títulos en el macuto. “Por qué no voy a poder repetirlo. Necesito creer en mi talento. Tengo que creer que puedo conseguirlo”, asegura.
Aunque la nueva versión del balcánico aún no se ha enfrentado a tal reto. Un mejor servicio, la agresividad al resto y una confianza a prueba de bombas han transfigurado a Djokovic a un nivel superlativo. Ahora, roto el embrujo de Nadal y Federer en lo más alto del ranking (algo que no sucedía desde 2003), encuentra en la intimidación una vía para la motivación.
Así lo demuestra cuando le confirman que su estreno será ante el italiano Paolo Lorenzi, número 108 del mundo. A partir de ahí, asomarían Milos Raonic en unos hipotéticos octavos de final y David Ferrer en cuartos. “Ambos lo harán muy bien en el torneo. Pero estoy entrenando bien y en caso de medirme a ellos será en la última semana del torneo. El año pasado jugué mejor a medida que avanzaba de rondas. Es algo que me da mucha confianza, porque sé que cuando lo necesito puedo dar un poco más”, avisa ‘Nole’.
Murray y Federer, a la expectativa.
Pese a esta jefatura, el cemento australiano también se ajusta al molde propuesto por Andy Murray, el eterno aspirante. Con 24 años y tres finales de Grand Slam sobre pista dura a sus espaldas (las dos últimas en Melbourne), el escocés parece preparado para dar el salto. Para ello ha reclutado a Ivan Lendl, ex número uno del mundo en los años 80 y campeón de ocho 'majors', como entrenador y consejero. Y su incidencia ha sido inmediata.
Título en Brisbane, la pasada semana, y muestras de poderío mental para un alma rota que vive sometida al paralelismo sangrante con Fred Perry, el último británico en abrazar la gloria en un grande en 1936. Su debut será ante el joven estadounidense Ryan Harrison, un peligro en frío. En su avance, lleno de trampas francesas (Monfils y Tsonga emergerían hasta los cuartos de final), podría volver a toparse en el camino del número uno del mundo en semifinales. Y ahí nuevamente con sus fantasmas.
Por su parte, aún se alza más escarpado el horizonte propuesto para Roger Federer. Tras un final de curso impecable con su sexta corona de maestro en Londres, vuelve al escenario que mejor conoce sintiéndose cada vez más vulnerable. En los últimos nueves años al menos ha besado un título de Grand Slam por campaña, una estadística que se rompió finalmente en 2011. Y con derrotas impensables tras desaprovechar por primera vez en su historia un partido encarrilado con dos sets a favor en Wimbledon y dos bolas de partido en semifinales de Flushing Meadows ante Djokovic.
Quizás estos recuerdos escuezan más que las dolencias que arrastra en la espalda y que le obligaron a retirarse hace unos días en Doha. Espera en su presentación a un jugador procedente de la previa. Y, probablemente, a Juan Martín del Potro en cuartos de final. “No descarten a Roger Volverá a ganar algún grande”, subraya John ‘Big Mac’ McEnroe.
Nadal, el gran enigma.
Pero si oscura es la panorámica de Federer, todavía lo es más la de Rafael Nadal Parera. Anulado por Djokovic en 2011 (seis derrotas en sendas finales), el balear encara el cita oceánica con novedades que rearmen su juego. El cambio de raqueta, algo más pesada en busca de potencia al servicio, y su agresividad en la pista (como se vio en Catar) hablan de un tenista que vuelve a pensar en el ataque como una forma de supervivencia.
Lejos parecen quedar las trincheras y las dudas. Y también las molestias en el hombro y en la rodilla que ralentizaron su transición durante la pretemporada. Llega justo, con la partitura aún por aprender, pero con la ambición de serie intacta tras dar por primera vez el último punto de la final de la Copa Davis ante Argentina.
Asimismo, aún desconoce quién será su primer escollo en Melbourne Park (procedente de la previa), pero ya otea a Ljubicic, Nalbandian y Almagro o Berdych como principales obstáculos hacia semifinales. Aquí llegaría hasta Federer, con quien no pierde a cinco sets desde Wimbledon en 2007. Y, entonces, nuevamente Djokovic. “Se lo que tengo que hacer para derrotarle y voy a trabajar para conseguirlo. Nada es eterno”, comentó Nadal nada más caer en la final del US Open ante el serbio. Es la palabra de un hombre que se alimenta de los retos. De los imposibles.
PRIMERA RONDA ESPAÑOLES.
Rui Machado (POR) - David Ferrer (ESP/N.5).
Lukasz Kubot (POL) - Nicolás Almagro (ESP/N.10).
Leonardo Mayer (ARG) - Feliciano López (ESP/N.18).
Viktor Troicki (SRB/N.19) - Juan Carlos Ferrero (ESP).
Bernard Tomic (AUS) - Fernando Verdasco (ESP/N.22).
Marcel Granollers (ESP/N.24) - Jesse Levine (USA).
Daniel Gimeno-Traver (ESP) - Alex Bogomolov Jr (RUS/N.32).
Guillermo García López (ESP) - Mikhail Kukushkin (KAZ).
Albert Montañés (ESP) - Pere Riba (ESP).
No hay comentarios:
Publicar un comentario