sábado, 14 de enero de 2012

Michael Johnson._Una flecha en el taller de Williams

El exatleta Michael Johnson entrenará a los mecánicos de la escudería británica para que ganen tiempo en las paradas

 

El exatleta Michael Johnson en los JJ OO de Atlanta 96

Michael Johnson en la carrera de 200 metros en la que estableció un nuevo récord del mundo (19.32) en los Juegos Olímpicos de Atlanta, el 1 de agosto de 1996.


La entrada en escena de los neumáticos Pirelli, que a principios de la pasada temporada sustituyó a Bridgestone como suministrador único del campeonato del mundo de fórmula 1, provocó un ajetreo de aúpa en el carril de los talleres. 

El alto nivel de deterioro de los compuestos hizo que el número de operaciones de cambio de ruedas aumentara de forma exponencial, poniendo a prueba el nivel de entendimiento de los mecánicos y sus coreografías. Un estudio realizado por Mercedes constató que en las 19 carreras celebradas en 2011 se produjeron más de 1.100 pasos por los garajes, contando también las penalizaciones, los 'pase y siga' y los 'pare y siga'. La prueba con más jaleo fue Hungría, con un total de 85 paradas, mientras que Mónaco, con 35, fue el circuito que menos albergó.

El equipo Red Bull, además de ser un flecha dentro de la pista, también lo es fuera de ella. La escudería de los bólidos energéticos fue de media, junto a Mercedes, la más rápida en los garajes, ambas seguidas por McLaren, a 0,3 segundos, Force India, a 0,4 y Ferrari, medio segundo más lenta de media. En esta clasificación destaca especialmente la séptima posición que ocupa Williams, una de las estructuras con más tradición en el certamen. Sus mecánicos perdieron 1,1 segundos de media respecto a los de Red Bull en cada operación, un lastre demasiado determinante y que desde los cuarteles de la sede de Grove (Gran Bretaña) están decididos a quitarse de encima.

Y para arañarle algunas centésimas al cronómetro, qué mejor que ponerse en manos de Michael Johnson, el 'Expreso de Wako', plusmarquista mundial de los 400 metros lisos y ganador de cuatro oros olímpicos, además de un gran aficionado a la F-1. Gracias a un acuerdo de colaboración entre Williams y el centro Michael Johnson Performance (MJP), los entrenadores del centro de alto rendimiento que el exatleta abrió en 2007, tratarán de optimizar al máximo los frenéticos bailoteos que se pueden ver en los garajes.

La principal finalidad del MJP es utilizar el entrenamiento intensivo que en su día seguía Johnson para aumentar la velocidad, la fuerza, la resistencia de los atletas, que en este caso serán mecánicos, para aumentar su rendimiento. El acuerdo, por lo demás, también contempla que el logotipo de la compañía aparezca en el monoplaza que pilotarán Pastor Maldonado y su compañero, aún desconocido, en sus monos y en los de todos los miembros de la escudería.

"Desde el momento en que Michael me comentó a qué se dedicaba pensé que había muchos aspectos en común y que podía ser de gran ayuda para el equipo", explica Frank Williams, fundador y director del equipo que lleva su nombre. "Los logros deportivos que ha logrado hablan por sí mismos, y los principios que utilizó para convertirse en el hombre más rápido del mundo son sin duda transferibles a nuestro campo. La F-1 es, en base, una carrera, y todos sabemos la importancia que tienen las paradas en los talleres. Será interesante ver cómo Michael y su gente nos ayudan a mejorar nuestras prestaciones", añade el británico.

"Estoy seguro de que la experiencia y los conocimientos de los expertos en biomecánica del MJP, que ya han ayudado a muchos jugadores de fútbol americano, equipos de la Premier e incluso a varias federaciones olímpicas, también pueden hacer que los mecánicos de Williams ganen centésimas e incluso décimas en las paradas", asegura Johnson, que tiene ante sí la posibilidad de demostrar que aún es capaz de dominar el cronómetro a su antojo.

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