lunes, 14 de mayo de 2012

Merkel recalca que la derrota en Renania no influirá en su política europea

"El resultado supera con mucho nuestros temores”, admite el dirigente democristiano Altmaier.

 


La canciller Merkel con el derrotado Röttgen este lunes en Berlín. 


La canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado que la abultada derrota de su partido en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia "no afectará" a su "postura en la Unión Europea" asegurando que "no existe ninguna contradicción entre una política fiscal fuerte y el crecimiento".

 Eran las primeras declaraciones de Merkel tras los comicios del estado más poblado e industrializado del país, en los que ha sufrido lo que ha calificado, en conferencia de prensa, de "derrota dolorosa y amarga".

La líder de la CDU anunció que se reunirá con la oposición para hablar sobre la ratificación del pacto fiscal y su complementación con un programa de crecimiento en la UE. "Nadie en la CDU tiene nada en contra de elementos que fomenten el crecimiento, pero tenemos que analizar cómo afectan la política de consolidación", ha dicho Merkel.

Cuando la líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) se resfría, Peter Altmaier suele ser el primero en estornudar. Esta mañana, el dirigente democristiano ha calificado sin ambages de “mazazo” el 26,3% de los votos obtenidos este domingo en las estratégicas elecciones de Renania del Norte-Westfalia. “El resultado supera con mucho nuestros temores”, ha admitido. 

La CDU gobernó el landentre 2005 y 2010, cuando empató a votos con los socialdemócratas y tuvo que dejar paso a una coalición de centro-izquierda entre SPD y Los Verdes. La CDU ha perdido en las urnas más de 8 puntos respecto a 2010.

Siguiendo la estrategia contraria a la de Altmaier, el secretario general de la formación, Hermann Gröhe, ha intentado quitar hierro a la derrota con un par de frases en las que ha expresado su "respeto a la decisión del candidato Norbert Röttgen”, que dimitió pocos minutos después de conocerse la debacle. 

Röttgen, que además es ministro federal de Medio Ambiente y contaba hasta los comicios entre los posibles sucesores de Merkel, asumió “toda la responsabilidad” de la derrota.

La expromesa democristiana no dimitirá de su ministerio federal, pero ha perdido casi cualquier perspectiva de aumentar su poder en Berlín.

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