La conservadora Alianza Republicana Nacionalista triunfa en las elecciones legislativas
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional quedó en segundo lugar
La opositora y derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) ha obtenido un gran triunfo en las elecciones para diputados y alcaldes de El Salvador, celebradas este domingo. Ha logrado el mayor número de parlamentarios en la Asamblea Legislativa, y ha retenido en sus manos el muy ambicionado gobierno municipal de San Salvador, capital del país centroamericano.
Cuando el Tribunal Supremo Electoral había escrutado el 70% de los votos en los comicios legislativos, Arena había obtenido la mayor bancada con 33 diputados —de los 84 escaños del parlamento unicameral—. El partido gubernamental, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que quedó en segundo lugar, habría obtenido 31 diputados, cuatro menos de los que actualmente posee.
“Agradecemos a los votantes haber tenido la confianza para darnos esta victoria y también haber retenido la alcaldía de San Salvador, donde ha triunfado nuestro alcalde Norman Quijano”, exclamó el líder de Arena, el empresario y expresidente de El Salvador, Alfredo Cristiani.
Aplausos y ovaciones se escucharon en el local central de Arena, donde el estribillo del Himno del partido derechista encendió los ánimos de la concurrencia: “¡Patria sí, Comunismo no!”.
Como tercera fuerza ha quedado el partido de derecha popular, Gran Alianza de Unidad Nacional (GANA), que logró 11 diputados; Concertación Nacional (CN), obtuvo seis; y el centroizqierdista Cambio Democrático (CD), un diputado, al igual el Partido de la Esperanza (PE).
Arena recobrará además la presidencia del órgano legislativo y se convertiría, como en años atrás, en la primera fuerza política nacional, estatus que perdió en las presidenciales de 2009, cuando ascendió al poder el actual presidente Mauricio Funes, quien fue impulsado por el FMLN. Funes se convirtió así en el primer presidente de izquierda que gobernaba El Salvador.
Estas elecciones, en las que se han renovado 84 diputados y 262 alcaldes, han transcurrido con tranquilidad y orden. De acuerdo a analistas locales y extranjeros, se trató de una especie de "referendum" para el actual gobierno izquierdista. Según han revelado las últimas encuestas existe descontento popular porque el actual gobierno no habría cumplido su promesa de mejorar la situación económica ni habría enfriado el auge criminal que ha convertido a El Salvador en el segundo país más violento del mundo, con más de 70 homicidios por cada 100.000 habitantes (más que en dos países azotados por la guerra como Irak y Afganistán).
Las próximas elecciones serán las presidenciales, en marzo de 2014, donde nuevamente medirán fuerzas el FMLN y Arena.
Cuando el Tribunal Supremo Electoral había escrutado el 70% de los votos en los comicios legislativos, Arena había obtenido la mayor bancada con 33 diputados —de los 84 escaños del parlamento unicameral—. El partido gubernamental, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que quedó en segundo lugar, habría obtenido 31 diputados, cuatro menos de los que actualmente posee.
“Agradecemos a los votantes haber tenido la confianza para darnos esta victoria y también haber retenido la alcaldía de San Salvador, donde ha triunfado nuestro alcalde Norman Quijano”, exclamó el líder de Arena, el empresario y expresidente de El Salvador, Alfredo Cristiani.
Aplausos y ovaciones se escucharon en el local central de Arena, donde el estribillo del Himno del partido derechista encendió los ánimos de la concurrencia: “¡Patria sí, Comunismo no!”.
Como tercera fuerza ha quedado el partido de derecha popular, Gran Alianza de Unidad Nacional (GANA), que logró 11 diputados; Concertación Nacional (CN), obtuvo seis; y el centroizqierdista Cambio Democrático (CD), un diputado, al igual el Partido de la Esperanza (PE).
Arena recobrará además la presidencia del órgano legislativo y se convertiría, como en años atrás, en la primera fuerza política nacional, estatus que perdió en las presidenciales de 2009, cuando ascendió al poder el actual presidente Mauricio Funes, quien fue impulsado por el FMLN. Funes se convirtió así en el primer presidente de izquierda que gobernaba El Salvador.
Estas elecciones, en las que se han renovado 84 diputados y 262 alcaldes, han transcurrido con tranquilidad y orden. De acuerdo a analistas locales y extranjeros, se trató de una especie de "referendum" para el actual gobierno izquierdista. Según han revelado las últimas encuestas existe descontento popular porque el actual gobierno no habría cumplido su promesa de mejorar la situación económica ni habría enfriado el auge criminal que ha convertido a El Salvador en el segundo país más violento del mundo, con más de 70 homicidios por cada 100.000 habitantes (más que en dos países azotados por la guerra como Irak y Afganistán).
Las próximas elecciones serán las presidenciales, en marzo de 2014, donde nuevamente medirán fuerzas el FMLN y Arena.
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