lunes, 12 de marzo de 2012

El Gobierno replica a los sindicatos que no sacrificará la reforma por la paz social

El secretario general de UGT se muestra confiado en que el Ejecutivo tendrá que rectificar su reforma laboral




La ministra de Empleo, Fátima Báñez.


La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Bañez, ha afirmado hoy que en la economía y "en la vida" la paz social es importante, pero ha subrayado que eso no puede desviar la atención principal de un Gobierno responsable, que es pensar en la mayoría. En la inauguración de una jornada sobre la reforma laboral organizada por Adecco y la Asociación para el Progreso de la Dirección, Báñez ha insistido en que la reforma laboral es equilibrada y que España no puede permitirse hacer una reforma que no sirva a los retos del mercado.

La ministra ha subrayado que el Gobierno "ha escuchado a todo el mundo" y que se ha hecho "de verdad" con diálogo social, algo que se sigue haciendo, ya que las mesas de negociación "siguen abiertas a todo el mundo" y la reforma laboral se está tramitando en las Cortes para mejorar el texto con las aportaciones de todos.

Báñez ha recordado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, convocó a los agentes sociales para alcanzar acuerdos y que el resultado fue que los hubo en unas materias, pero que el Ejecutivo tuvo que gobernar en aquellas en las que no se alcanzó ante una situación de "emergencia social".

Es una reforma profunda, ha señalado Báñez, porque después de 30 años del Estatuto de los Trabajadores, se tenía que hacer algo "contundente", y ha pedido que se sumen todos porque favorecerá su aplicación.

"Un envite del conjunto de la sociedad"


El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha afirmado que, aunque la huelga general del 29 de marzo se pretenda presentar "como un pulso entre los sindicatos y el Gobierno", se trata de un "envite del conjunto de la sociedad española" para que se dé marcha atrás a una reforma laboral cuyas medidas, ha advertido, no desaparecerán cuando acabe la crisis.

En una entrevista en RNE, Méndez ha señalado que los sindicatos brindan a la sociedad española, de la que ellos forman parte, un cauce democrático para expresar su rechazo a una reforma laboral "con la que todo el mundo pierde": los jóvenes, los trabajadores de mayor edad, los temporales, los indefinidos, los parados, etc.



El secretario general de UGT, Cándido Méndez.


El líder de UGT ha asegurado que ha sido el Gobierno "quien ha provocado" el momento en el que se ha convocado la huelga y ha pedido al Ejecutivo que abandone el doble lenguaje que está manteniendo. "No se puede decir que esta reforma da oportunidades para crear empleo y luego se presenta un cuadro macroeconómico a Bruselas donde el propio Gobierno te reconoce que se van a destruir este año entre 630.000 y 650.000 empleos. Eso tiene que ver con la recesión, pero también con una reforma laboral que facilita el despido", ha añadido.

Méndez ha recordado que mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decía que la reforma laboral era "justa, necesaria y equilibrada", el ministro de Economía, Luis de Guindos, confesaba que era "extremadamente agresiva". "Pretenden convertirse en los discípulos más aventajados con este ajuste", se ha lamentado.

El dirigente sindical ha dejado claro además que las reuniones que mantienen con el Gobierno sobre la reforma laboral son de carácter técnico, por lo que no se trata de una verdadera negociación. "Todos los canales que nos brinden los vamos a aprovechar, pero siendo conscientes de que esto no resuelve el problema y que lo que se necesita es una verdadera negociación para no llevar adelante este desafuero", ha dicho.

Este Gobierno termina haciendo al final lo contrario de lo que dice, y por el rechazo social a estas medidas, al final tendrá que modificarlo como ya pasó en 2002"
Cándido Méndez

Méndez cree que, en base a la experiencia, el Gobierno del PP acabará por echarse atrás, pues ya lo hizo en 2002, cuando se rectificó la reforma aprobada por José María Aznar. Además, ha subrayado que el Gobierno de Rajoy es el de las modificaciones y los cambios, ya que ha modificado "de manera vertiginosa" sus promesas electorales.

"Este Gobierno termina haciendo al final lo contrario de lo que dice, y por el rechazo social a estas medidas, al final tendrá que modificarlo como ya pasó en 2002, cuando una hubo crisis de gobierno y una modificación profunda de lo aprobado", ha explicado.

Méndez ve lógico que exista algo de miedo entre los trabajadores por secundar la huelga en unas circunstancias económicas como las actuales, pero ha recordado que esta reforma significa un "antes y un después" y que tras ese después no hay marcha atrás. "Para defender el futuro hay que superar ese miedo puntual de ese día", ha añadido.

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