La razón del Madrid para no vender a Pepe

Tras el pisotón a Messi, "involuntario" según palabras del portugués, no han sido pocas las voces que se han alzado a favor de la salida de Pepe del Madrid. Una decisión que el club no puede tomar a la ligera, pues con él en el campo, los números del equipo son incuestionables.

 
 

El revuelo originado por el pisotón de Pepe a Messi y las posteriores disculpas del central ha llegado incluso al extremo de pedir la salida del jugador del club, como ya ocurriera con el malogrado Juanito en 1987 tras su célebre acción con Matthaus. Cabe recordar, eso sí, que en aquella ocasión al malagueño le quedaba un solo año de contrato y que Pepe renovó recientemente hasta junio de 2016.

Pero más allá de esta complicada coyuntura, a la que habría que sumar la consideración de Pepe, desde el punto de vista futbolístico, como uno de los mejores centrales del planeta, hay algo que le avala desde su llegada al Real Madrid en 2007: sus números sobre el terreno de juego. Con él en el campo, los blancos ganan un porcentaje bastante mayor de encuentros, y también pierde bastantes menos (15% frente al 24%).

En concreto, de los 240 encuentros que ha disputado el Madrid desde su llegada, de la mano de Ramón Calderón y con Bernd Schuster en el banquillo, Pepe ha disputado 129 (el 53%), de los cuales, a su vez, el conjunto blanco ha ganado 97, lo que supone un 75% del total. Sin Pepe, en cambio, los blancos han jugado 111 encuentros, de los que han ganado sólo 70, esto es, el 63% del total.

Su peor temporada, récord madridista

Choca, no obstante, que en la temporada en la que menos partidos disputó Pepe con los blancos, éstos hicieran, de la mano de Pellegrini, la mejor temporada de la historia del Madrid en Liga en cuanto a números. El ex del Oporto cayó gravemente lesionado en la jornada 14 ante el Valencia, y ya no volvería a jugar en toda la 09-10. Aquella temporada, en la que sólo disputó 16 encuentros oficiales, el Madrid acabó segundo, con 102 goles a favor y 96 puntos, recibiendo sólo dos goles más (35) de los 33 que cayeron el año pasado, ya con Mourinho en el banquillo.