La aeronave transportaba a 39 pasajeros y cuatro tripulantes y se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto de Tiumén
Al menos 32 personas han muerto al estrellarse un avión de pasajeros en el norte de Siberia, según las autoridades rusas. El aparato, un bimotor turbohélice de fabricación francesa perteneciente a la aerolínea rusa UTair, transportaba 39 pasajeros y cuatro tripulantes. El avión, que quedó partido en dos sobre la nieve, acababa de despegar de la ciudad de Tiumén.
Los servicios de emergencia han hallado más de una decena de supervivientes, según fuentes de los equipos de rescate. Todos han sido ingresados en un hospital de Tiumén y cinco de ellos se encuentran en estado de extrema gravedad.
"Tras estrellarse, el avión estalló en llamas. Los heridos fueron evacuados en helicóptero", ha dicho Vadim Grebennikov, portavoz del Departamento de Emergencias de Tiumén a la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti. Pero se ignoran todavía las causas del siniestro, que probablemente se descubrirán porque la caja negra del aparato ya ha sido encontrada. "El contacto con el avión se perdió solo tres minutos después del despegue", dice la compañía aérea en su página web.
Alrededor de las 5.50 del lunes (3.50 en la Península) el aparato, un ATR-72, se ha estrellado en un campo a unos 45 kilómetros del aeropuerto de origen, en Tiumén, poco después de despegar para dirigirse a la localidad de Surgut, según la agencia RIA-Nóvosti.
El accidentes es el más grave que se registra en Rusia desde que un Yak-42 se estrellara en la ciudad de Yaroslavl en septiembre de 2011. Murieron entonces 44 personas. El presidente Dmitri Medvédev apuntó entonces que era necesario reducir el número de líneas aéreas y mejorar el entrenamiento de las tripulaciones.
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