viernes, 23 de marzo de 2012

Fórmula 1: Las cinco claves del Gran Premio de Malasia

El Mundial de Fórmula 1 no para y tras el estreno en tierras australianas, este fin de semana se desplaza a Malasia. El circuito de Sepang alberga el segundo Gran Premio de la temporada, un trazado al que hacen especial las condiciones meteorológicas impredecibles, sus curvas y sus dos largas rectas, o la dureza física a la que deben enfrentarse los pilotos. Como cada año, la carrera se presenta divertida y llena de sorpresas. 

 

Circuito de Sepang


1. Características generales

 

Diseñado por el arquitecto alemán Hermann Tilke, autor de otros circuitos como el de Valencia o Bahrein, el trazado malayo dispone un recorrido complejo que se compone de quince curvas, entre las que hay algunas muy rápidas y otras lentas. Una vuelta completa supone 5,543 kilómetros, y deben completar 56 giros, lo que completan 310,408 kilómetros. La vuelta rápida la tiene Juan Pablo Montoya en 1:34.223.

2. Dos grandes rectas y fuertes frenadas

 

El circuito de Sepang cuenta con un trazado muy característico, uno de los favoritos de los pilotos aunque sufran en él. Las dos grandes rectas con las que cuenta son dos tramos perfectos para pisar a fondo y lograr que el monoplaza alcance la mayor velocidad punta posible.

En ‘Kuala Lumpur’, la recta de meta, se alcanzan los 300 kilómetros por hora, una velocidad que se puede superar en la otra gran recta, la llamada ‘Penang’, que es donde el piloto puede poner a su vehículo al límite. En ambas las desaceleraciones son muy fuertes, reduciendo a menos de 80 km/h y sufriendo una fuerza los cuellos de 5 G.


3. Adelantamientos

 

Este circuito es uno de los favoritos por los pilotos por los numerosos puntos de adelantamiento que tiene. Tanto en las rectas como en el conjunto de rectas que presenta, cada Gran Premio quedan para el recuerdo algunas de las mejores pasadas del Mundial. La amplitud de la pista, en la que pueden llegar a coincidir tres monoplazas en paralelo, permite esta clase de maniobras.

4. Climatología
 

Acertar con las condiciones meteorológicas que habrá durante la carrera es prácticamente imposible, y por ello los equipos no pueden tener una única estrategia. Que aparezca la lluvia durante alguno de los tres días que dura el Gran Premio se da por seguro, pero si finalmente lo hace durante la disputa del mismo, el domingo, todo se complica más porque puede ser una tormenta pasajera o un chaparrón que provoque salidas de pista y abandonos.

El calor y la humedad que sufren sobre la pista los pilotos también alcanzan límites extremos, por lo que es imprescindible que una buena refrigeración e hidratación durante las 56 vueltas. Si el sistema de suministro de agua no funciona, el Gran Premio se puede convertir en un infierno.


5. La clasificación

 

Lograr la pole position en este circuito sólo es garantía de que saldrás en la primera posición cuando el semáforo se torne en verde. Nada más. En los trece grandes premios que se han disputado, en siete ganó un piloto que no partió desde la pole. Las condiciones meteorológicas, los adelantamientos, el rendimiento de los coches,… se mezclan muchos factores que hacen de ésta una carrera impredecible y divertida. 

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