Para empezar, no hay en el segundo largo del dúo londinense ningún hit comparable a “Velvet” o “Dominos”. Tan sólo intentos de reconstruirlos de forma menos acertada, especialmente “Stay Gold” y “Hit The Ground (Superman)” (cuya idea más arriesgada es la de samplear el “O Superman” de Laurie Anderson), aunque lo que predomina ahora es la búsqueda del estribillo épico y la emocionalidad de FM. En, “Future This”, The Big Pink muestran más altas ambiciones comerciales y menor inspiración que en su debut, “A Brief History Of Love” (2009).
También dejan atrás su línea más rock para apostar por unas programaciones en alta fidelidad con un respetable uso del sample y cierto influjo urban y r’n’b –especialmente en “Give It Up”-, aunque se encuentra muy lejos de la influencia hip hop a la que hace meses se había referido el líder del dúo, Robbie Furzel, en una comentada entrevista.
Pero no se encuentran demasiado lejos estos Big Pink de los Coldplay de “Mylo Xyloto”, especialmente en la persecución de una alianza entre el himno para la chavalada indie y los nuevos sonidos comerciales. Claro que estos no tienen a Brian Eno, sino a Paul Epworth, cuya especialización en el britpop de última generación es la que prevalece. Temas como “Jump Music” se acercan al indie de baile de Klaxons o Friendly Fires, aunque otros como “Lose Your Mind” parecen situarse en una línea más cercana a Duran Duran.
En general, la ingeniería de sonido (y esos coros de Milo Cordell tan bien mezclados por Alan Moulder, ya marca de la casa) parece más trabajada que las canciones. Desde luego, más que los textos, exaltaciones del fragor juvenil y reflexiones sentimentales de tono inocente que ni suenan especialmente bien ni dicen nada interesante. Curioso es que, en el tema final, “77”, finalicen recitando un texto del escritor John Fante, detalle que parece pensado más para ir de guays que otra cosa.
La forma se impone, pues, claramente al fondo en un álbum en cualquier caso agradecible ante la creciente invasión de bandas revival hundidas en el desaliño lo-fi que, por otro lado, tampoco tienen gran cosa que decir.
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