Ganar un partido en los últimos segundos es a lo que aspira cualquier deportista. Pero si además lo haces con un triple cuando está a punto de sonar la bocina y desde más de 25 metros, eso ya es la locura.
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Ganar un partido en los últimos segundos es a lo que aspira cualquier deportista. Pero si además lo haces con un triple cuando está a punto de sonar la bocina y desde más de 25 metros, eso ya es la locura.
El jugador de Georgetown falla un tiro libre que podía poner la ventaja en tres puntos. El rebote lo coge uno de los jugadores locales, lo lanza a la desesperada y acaba metiendo un triple que pasará a la historia. La victoria fue para el Lindsey Wilson College.
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