(CNN) — Cientos de mujeres sudamericanas con implantes de seno fabricados por una compañía francesa en bancarrota iniciaron acciones legales para conseguir el dinero que les permita practicarse otra cirugía, informaron abogados el martes.
En Venezuela, un grupo de más de 1,500 mujeres que tienen implantes de senos de la compañía PIP presentaron una demanda contra sus distribuidores, dijo el abogado Gilberto Andrea.
En Argentina, un grupo de 500 mujeres con los implantes pide que en Europa se cree un fondo gubernamental para compensar a las víctimas, de acuerdo con un abogado que representa a la presidenta de la asociación.
Los implantes fueron prohibidos en Europa el año pasado porque estaban elaborados con silicón industrial dañino para la salud.
El gobierno del Francia afirma que pagará para reemplazar los implantes fallidos de unas 30,000 mujeres. Hasta ahora, sin embargo, no ha establecido un fondo para mujeres extranjeras, dijo el abogado Arie Alimi, que se encuentra en París, la capital francesa.
Alimi señaló que pedirá un encuentro con la Comisión Europea y el Ministerio de Salud francés a nombre de las mujeres argentinas.
“La primera meta es crear ese fondo, por la responsabilidad y la confiabilidad de la Unión Europea (UE)”, dijo, argumentando que las autoridades debían haber hecho más para revisar y regular los implantes antes de que fueran vendidos.
“Esta es la única forma para que las mujeres argentinas y para que todas las víctimas en el mundo sean indemnizadas”, señaló.
Alimi dijo que representará a la abogada argentina Virginia Luna, líder de la organización, en la demanda que se procesa en Francia.
Mientras tanto, en Venezuela, mujeres con los implantes han presentado una demanda contra los distribuidores de los implantes.
“Queremos que estas compañías relacionadas con PIP sean señaladas como responsables”, dijo el abogado Andrea.
Mencionó que también solicita a la corte un estudio económico para determinar cuánta ganancia se ha generado de la venta de los implantes, a fin de que las empresas entreguen a sus clientes recursos para reparaciones.
Alimi dijo que ha hablado con Andrea sobre la posibilidad de representar a las mujeres venezolanas en Francia.
“Lo que estamos pidiendo es que las prótesis sean removidas y que unas nuevas sean colocadas sin costo. Y por supuesto, queremos la libertad de elegir al médico que las haga. Algunas clínicas privadas recientemente han ofrecido a pacientes con los implantes PIP una cirugía de remoción gratis, pero aún tienen que pagar ese nuevo implante”, dijo Luna a CNN a principios de este mes.
Comentó que 13,500 mujeres tienen los implantes en Argentina.
Algunos legisladores piden al gobierno ayudar a pagar las cirugías de reemplazo, que tienen un costo aproximado de 3,500 dólares.
Unas 300,000 mujeres de 65 países recibieron implantes de seno de la compañía. Los implantes fueron prohibidos en 2010 y el año pasado la empresa se declaró en bancarrota.
Los implantes carecen de autorización para ser utilizados en Estados Unidos.
Autoridades en Francia y Reino Unido rechazaron que existan temores de que los implantes generen cáncer, pero señalaron que éstos pueden reventarse y pueden causar inflamación, cicatrices y fibrosis.
Esa es una constante preocupación para Silvia Rodríguez, quien recibió los implantes en Buenos Aires, la capital argentina, en 2009.
“Me pone nerviosa todo el tiempo. A veces siento algo de dolor y no sé si tiene que ver con los implantes o no. Trato de calmarme, pero sigo sintiendo la necesidad de hacer algo al respecto. No puedo esperar para regresar a la sala de operaciones y escuchar las palabras ‘Está hecho’, para que esta pesadilla termine”, dijo Rodríguez.
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