- El presidente saliente sigue su remontada pero aún está lejos de su rival
- Hollande pide una victoria amplia el próximo domingo
- Sarkozy vuelve a poner a España como ejemplo negativo
El presidente saliente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha recortado
distancias respecto al socialista François Hollande en los últimos
sondeos publicados antes del final de la campaña electoral este viernes,
pero sigue a una diferencia de al menos cinco puntos a tan solo dos
días de los comicios presidenciales.
Hollande conserva entre
cinco y siete puntos de margen en la segunda vuelta, según los sondeos,
elaborados tras el cara a cara televisivo del pasado miércoles.
El sondeo de Sofres para la televisión iTéle
da al socialista la victoria con el 52,5 % de los votos, un punto y
medio menos que en la pasada encuesta del mismo instituto publicada el
pasado 24 de abril.
El mismo resultado auguran las empresas BVA e Ipsos, que también coinciden en la tendencia a la baja del candidato socialista.
El primer instituto, cuya encuesta ha publicado el diario Le Parisien,
señala que Sarkozy ha recortado un punto, mientras que Ipsos, cuyo
sondeo ha sido publicado por la radio y televisión pública, el recorte
es de medio punto.
Finalmente, el instituto Harris Interactive para el Canal Parlamentario otorga la victoria a Hollande con el 53 % de los sufragios, su mejor resultado desde mediados de abril.
Así las cosas, el candidato socialista no ha duda en pedir "con humildad una victoria amplia" el próximo domingo.
"Deseo
una mayoría amplia. Les digo a los franceses que si deben hacer una
elección que lo hagan masivamente, que le den al ganador todas las
capacidades y medios de actuar. Que no hagan un ganador ajustado", ha
asegurado Hollande en la radio "RTL".
Por ello, el candidato
socialista pidió que se elija "al mejor, al candidato más justo, al que
más puede unir, dar confianza, y que le den la legitimidad más fuerte".
Por
su parte, Sarkozy ha quitado importancia a que los sondeos y se ha
mostrado convencido de que habrá "una gran igualdad" en esa votación,
que "se va a jugar por muy poco".
En una entrevista en la emisora
de radio "Europe 1", ha insistido en que aunque el resultado sea
"ajustado, habrá un presidente y será respetado porque será el
presidente de Francia".
Allí ha insistido en poner como mal
ejemplo la situación de España y como argumento decisivo para pedir el
voto para su reelección el próximo domingo, en unos comicios en los que
todos los sondeos le dan como perdedor.
"España es un gran país en el que nos explicaban que era el milagro europeo. España ha relajado su disciplina, España no ha hecho las reformas que debía hacer, ha contratado funcionarios, ¿quién paga en España? 375.000 parados más en los últimos dos meses", ha señalado.
Previamente
el presidente había insistido, como lo ha venido haciendo durante toda
su campaña para desacreditar a su rival y favorito en las encuestas, el
candidato socialista François Hollande, en que "ninguno de nuestros
oyentes quiere que nuestro país tenga la suerte de España con siete años
de gobierno socialista".
En esa línea, tras calificar de "un
error económico" la propuesta de Hollande de revalorizar el salario
mínimo no sólo en relación con la evolución de la inflación, como hasta
ahora, sino también en función del crecimiento económico del país, ha
defendido las reformas que ha llevado a cabo durante su mandato
contraponiéndolas a lo hecho en España.
Respecto al apoyo que el
centrista Bayrou ha dado a Hollande -que algunos analistas ven como el
toque de gracia contra su reelección-, Sarkozy le ha reprochado su
"falta de coherencia".
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