jueves, 15 de marzo de 2012

La hora de Arda en casa

El mediapunta turco del Atlético regresa a Estambul con la necesidad de reafirmarse

 


Arda Turan disputa un balón con Henrique Almeida en el partido contra el Granada. 


Sin Diego, lesionado, Arda Turan apunta hoy a titular en su regreso a Estambul, donde el Atlético se juega esta noche ante el Besiktas (3-1 en la ida) el pase a los cuartos de final de la Liga Europa. Desde que el mediapunta brasileño cayó lesionado, el Atlético espera que El Cabezota, como le apodaban en el Galatasaray, se destape definitiva y regularmente, que dé un paso al frente y corresponda a la acogida que ha tenido entre la masa social rojiblanca.

La primera vez que un jugador se presenta ante su afición, el criterio futbolístico del hincha tiende a interiorizar las primeras sensaciones que le transmite. Es una especie de ritual en la que el aficionado decide si la nueva adquisición le vale o no le vale, si le llena o no los ojos con su fútbol. Arda es de esos futbolistas que conquistan a la grada desde el primer balón que toca. El Calderón adora al centrocampista desde el primer día. Y mantiene la fe en él pese a que ya ha protagonizado varios episodios de jugador díscolo. Da igual. Los seguidores rojiblancos sienten que están ante un futbolista especial.

El domingo pasado, ante el Granada, el Atlético ofreció un ejercicio horroroso con la pelota durante el primer tiempo. Cuando Arda salió a prepararse, el estadio se encendió. Entró en el minuto 55 y su equipo ya pareció tener a alguien con criterio para descifrar qué hacer con el balón. 

Se fue a la banda izquierda y desde allí comenzó a proponer paredes, pequeñas asociaciones que borraron la inoperancia con la que el Atlético se había desenvuelto. “Cuando entró Arda, el equipo tuvo más vuelo con la pelota. Él nos da fútbol”, reconoció Simeone, que le está midiendo. Valora sus condiciones, pero sigue con atención su comportamiento.

De momento, el Calderón no le ha recriminado que, estando lesionado, aparecieran fotografías suyas en una discoteca madrileña o que la lesión muscular por la cual no viajó en primera instancia a Sevilla fuera puesta en entredicho. Al día siguiente, se desplazó para ver a sus compañeros desde un palco. Según el diario Marca, el club le obligó a ello. Según el Atlético, fue Arda el que decidió personalmente viajar.

En el vestuario, Arda transmitió también desde su llegada esa misma sensación de futbolista diferente que tanto engatusa al Calderón. “Tiene mucha calidad y siempre se está riendo. 

A los primeros entrenamientos llegó tocado y no le pudimos ver, pero, cuando ya estuvo bien, ¡uf! Te sorprende el toque y ese tren inferior tan poderoso que tiene. Se mueve muy bien. Busca siempre las segundas jugadas. Tiene un gran pase al hueco y un buen toque corto para las paredes”, le analizaba Domínguez en septiembre.


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