El serbio Novak Djokovic. EFE
Melbourne, 23 ene (dpa) - Tras una primera semana en la que se pasearon impiadosos por el cemento de Melbourne, el serbio Novak Djokovic y la rusa Maria Sharapova se vieron hoy por primera vez en problemas en el Abierto de tenis de Australia.
Número uno del mundo, Djokovic fue presionado al límite por el ídolo local, Lleyton Hewitt, antes de derrotarlo por 6-1, 6-3, 4-6 y 6-3 para avanzar a cuartos de final.
Cuarta del ranking, Sharapova también entregó su primer set del torneo al derrotar a la alemana Sabine Lisicki 3-6, 6-2 y 6-3. Su próxima rival, con el pase a semifinales en juego, será la rusa Ekaterina Makarova, sorpresiva vencedora hoy de la estadounidense Serena Williams por 6-2 y 6-3.
"Tengo que darle el crédito a mi oponente hoy, a Lleyton. No se rinde nunca, es un gran competidor. Es conocido por eso en el circuito", dijo Djokovic.
"Durante dos sets y hasta el 3-0 estaba jugando muy bien. Y de repente dejé de moverme. Mérito de Lleyton", insistió.
Defensor del título, Djokovic se enfrentará el miércoles al español David Ferrer por el pase a semifinales. Ferrer derrotó horas antes al francés Richard Gasquet por 6-4, 6-4 y 6-1.
Djokovic ganaba por 3-0 en el tercer set cuando Hewitt comenzó a remontar el partido y llevar al límite al serbio.
Y eso era lo que estaban esperando los miles de espectadores que colmaron el Rod Laver Arena. Confiaban en el milagro del veterano ex número uno, perdido ahora en el puesto 181 del ranking.
Hewitt se fue ovacionado y con la cabeza bien alta, en tanto que Djokovic tiene ahora a Ferrer en la mira. El español cree que su victoria sobre el serbio en noviembre en el Masters de Londres no sirve de antecedente.
"Es según cómo lo quieras mirar. Hace unas semanas en Abu Dabi me hizo 6-2 y 6-1, y yo no jugué mal", graficó el número cinco del mundo, semifinalista hace un año en Australia.
"Cuando Djokovic pone una marcha más de ritmo te complica enormemente".
No fue por una "marcha de más", sino por defección propia que Serena Williams se despidió del torneo antes de tiempo.
"Saqué... Creo que ni siquiera puedo describir cómo saqué, para ser honesta. No fue bueno", dijo la ex número uno del mundo.
Williams, de 30 años y 12 del ranking mundial, sumó 37 errores no forzados, y llegó a cometer cuatro dobles faltas en el mismo juego.
La estadounidense, que se torció el tobillo dos semanas antes del torneo, dijo que no estaba al cien por ciento, pero se negó a entrar en más detalles.
"Yo cometí 37 errores, creo que en cierta forma eso cuenta lo que fue el partido".
Ganadora de 13 torneos de Grand Slam, Williams admitió que, de no haberse tratado de uno de los cuatro grandes, no habría jugado: "No, para nada. Probablemente no debí haber jugado".
Una de las grandes victorias del día fue la de Kei Nishikori, que se consolidó hoy como el mejor tenista japonés de todos los tiempos al avanzar a los cuartos de final, algo que un nipón no lograba desde hacía 80 años.
Nishikori batalló durante tres horas y media y bajo el fuerte sol del verano australiano para derrotar al francés Jo-Wilfried Tsonga por 2-6, 6-2, 6-1, 3-6 y 6-3.
Número seis del mundo, Tsonga venía de unos grandes meses en cuanto a resultados, y caer hoy en octavos de final en el torneo que lo vio finalista hace cuatro años fue un duro golpe.
Los últimos japoneses en alcanzar los cuartos de final en Australia eran, hasta hoy, Ryosuki Nunoi y Jiro Satoh, ambos en 1932. En la era profesional del tenis sólo una vez un nipón había quedado entre los ocho mejores de un Grand Slam, Shuzo Matsuoka en Wimbledon 1995.
También ganó el británico Andy Murray, por 6-1, 6-1 y 1-0 ante el kazajo Mijail Kukushkin. Murray probará a Nishikori con las semifinales como premio.
La checa Petra Kvitova, número dos del mundo, se deshizo de la serbia Ana Ivanovic 6-2 y 7-6 (7-2) y jugará con la sorprendente italiana Sara Errani, vencedora de la china Jie Zheng por 6-2 y 6-1.
El torneo tendrá mañana, martes, dos platos fuertes. Durante el día se medirán el suizo Roger Federer y el argentino Juan Martín del Potro. Por la noche, el español Rafael Nadal y el checo Tomas Berdych.
Federer jugará el partido número 1.000 de su exitosa carrera, y con ganar un set habrá sumado 2.000 parciales exitosos. Del Potro, su vencedor en la final del US Open 2009, intentará arruinarle la fiesta al hombre récord en cuanto a títulos de Grand Slam.
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