El 51 por ciento de los atendidos por Cruz Roja tiene estudios
Ocho de cada diez personas que atiende Cruz Roja viven por debajo del umbral de la pobreza, según el último informe de la organización, que destaca que el 51 por ciento de los atendidos tienen estudios, lo cual no ha impedido que acaben teniendo problemas de desempleo, para comprar alimentos, material escolar o pagar recibos.
En la presentación del boletín sobre vulnerabilidad social, Cruz Roja
ha lanzado un llamamiento de ayuda -a empresarios, organizaciones y
ciudadanos- ante "la emergencia social que vive el país" para poder
atender a 300.000 personas más, hasta 2013, que se encuentran en
situación de extrema vulnerabilidad.
El 82 por ciento de las personas que reciben asistencia viven por debajo del umbral de la pobreza (con una renta inferior a 627 euros al mes), la tasa de paro es del 64,86 por ciento, la mitad lleva más de dos años en paro y el mismo porcentaje carece de cobertura de desempleo o rentas mínimas.
Se trata de la radiografía de los usuarios de la organización social, elaborada con entrevistas a 1.040 personas que participan en algunos de sus programas.
"Hace tres años no repartíamos alimentos, ni material escolar porque probablemente el sistema público lo podía atender", ha explicado el coordinador general de Cruz Roja, Antoni Bruel, quien ha destacado que se está produciendo "una fragilización en el día a día de las personas en las cosas más básicas".
El informe destaca que el 43 por ciento de las personas que atienden no pueden poner la calefacción en invierno y el 26 por ciento no puede permitirse una comida con carne o pescado tres veces por semana.
También dibuja un empeoramiento del estado anímico -el 37 por ciento dicen sentirse siempre tensos y nerviosos-, aunque "por un ajuste natural de supervivencia" baja el porcentaje de los que aseguran tener problemas de salud (del 38 % en el anterior estudio al 24 por ciento).
La actividad lúdica, deportiva o cultural es prácticamente nula: el 92 por ciento no va nunca a cafeterías o restaurantes y el 96,5 poco o nada a cines o teatros.
El responsable de Cruz Roja ha destacado el vuelco que han dado las cifras sobre la formación de las personas que reclaman ayuda, ya que actualmente el 51 por ciento tiene estudios secundarios frente al 3,9 por ciento que no tiene, mientras que hace unos años estaban invertidas.
En este sentido, el estudio expone que en los dos últimos años, el impacto de la crisis ha hecho que muchas personas que hasta hace poco se encontraban en contextos socioeconómicos seguros, hayan entrado a formar parte de los colectivos atendidos por la organización.
El 22,6 por ciento de los encuestados afirma haber tenido problemas con su vivienda, como no poder pagar el alquiler o haber perdido su casa.
Plantea la necesidad de incrementar la atención hacia colectivos en situación de extrema vulnerabilidad como familias con todos los miembros en paro, niños que viven en hogares pobres, personas mayores con responsabilidad o carga familiares, parados de larga duración, personas sin hogar o jóvenes en paro.
Cruz Roja, que prestó asistencia de forma directa a más de dos millones de personas a través de sus programas sociales en 2011, se ha propuesto, entre otros retos, el de conseguir al menos un empleo para aquellas familias con todos los miembros desempleados -que en la población atendida son el 55,1 % de los hogares-.
El 82 por ciento de las personas que reciben asistencia viven por debajo del umbral de la pobreza (con una renta inferior a 627 euros al mes), la tasa de paro es del 64,86 por ciento, la mitad lleva más de dos años en paro y el mismo porcentaje carece de cobertura de desempleo o rentas mínimas.
Se trata de la radiografía de los usuarios de la organización social, elaborada con entrevistas a 1.040 personas que participan en algunos de sus programas.
"Hace tres años no repartíamos alimentos, ni material escolar porque probablemente el sistema público lo podía atender", ha explicado el coordinador general de Cruz Roja, Antoni Bruel, quien ha destacado que se está produciendo "una fragilización en el día a día de las personas en las cosas más básicas".
El informe destaca que el 43 por ciento de las personas que atienden no pueden poner la calefacción en invierno y el 26 por ciento no puede permitirse una comida con carne o pescado tres veces por semana.
También dibuja un empeoramiento del estado anímico -el 37 por ciento dicen sentirse siempre tensos y nerviosos-, aunque "por un ajuste natural de supervivencia" baja el porcentaje de los que aseguran tener problemas de salud (del 38 % en el anterior estudio al 24 por ciento).
La actividad lúdica, deportiva o cultural es prácticamente nula: el 92 por ciento no va nunca a cafeterías o restaurantes y el 96,5 poco o nada a cines o teatros.
El responsable de Cruz Roja ha destacado el vuelco que han dado las cifras sobre la formación de las personas que reclaman ayuda, ya que actualmente el 51 por ciento tiene estudios secundarios frente al 3,9 por ciento que no tiene, mientras que hace unos años estaban invertidas.
En este sentido, el estudio expone que en los dos últimos años, el impacto de la crisis ha hecho que muchas personas que hasta hace poco se encontraban en contextos socioeconómicos seguros, hayan entrado a formar parte de los colectivos atendidos por la organización.
El 22,6 por ciento de los encuestados afirma haber tenido problemas con su vivienda, como no poder pagar el alquiler o haber perdido su casa.
Plantea la necesidad de incrementar la atención hacia colectivos en situación de extrema vulnerabilidad como familias con todos los miembros en paro, niños que viven en hogares pobres, personas mayores con responsabilidad o carga familiares, parados de larga duración, personas sin hogar o jóvenes en paro.
Cruz Roja, que prestó asistencia de forma directa a más de dos millones de personas a través de sus programas sociales en 2011, se ha propuesto, entre otros retos, el de conseguir al menos un empleo para aquellas familias con todos los miembros desempleados -que en la población atendida son el 55,1 % de los hogares-.
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