Simeone, pensativo y sonriente, durante el último entrenamiento del Atlético previo al encuentro de esta noche ante el Real Madrid.
El Atlético de Madrid y su entrenador, Diego Simeone, se enfrentan hoy
en el estadio Vicente Calderón a su maldición más duradera y dolorosa:
el Real Madrid.
El conjunto rojiblanco no gana a su odiado y poderoso vecino en la Liga desde el 30 de octubre de 1999, precisamente la temporada que acabó con el descenso del equipo rojiblanco a Segunda División. No sólo eso, sino que Simeone nunca ganó en las cinco ocasiones que se midió al Madrid vistiendo la camiseta rojiblanca.
Ahora, el técnico argentino tiene una nueva oportunidad, justo en un momento en el que el equipo atraviesa un periodo de indefinición por su irregularidad. Si en la Liga Europa ofrece su mejor perfil, en la Liga, y especialmente fuera de casa, no está obteniendo los resultados esperados.
Ahora mismo, el conjunto rojiblanco está fuera de los puestos que permiten jugar competiciones europeas y a siete de Liga de Campeones cuando sólo quedan siete jornadas para el final del torneo. No es lo esperado, y menos después de la ilusión generada con la llegada de Simeone al banquillo, pues no mejoró las estadísticas de su predecesor, Gregorio Manzano. La esperanza de sus seguidores para el derbi es que el rendimiento del equipo mejora notablemente en su campo, donde consiguió siete victorias, un empate y una sola derrota con el ex futbolista.
Y luego está el plus que ofrece el técnico argentino, un gran motivador de jugadores y con un profundo carisma entre su hinchada. "Simeone ha transmitido parte de su relación con esa camiseta. La unión y el carácter de ese equipo es quizá lo que más haya cambiado del Atlético respecto a la ida", reconoció ayer Aitor Karanka, segundo entrenador del Real Madrid.
El ayudante de José Mourinho recordó así lo ocurrido en la ida, con Manzano como entrenador, cuando el equipo blanco venció por 4-1 en un partido muy cómodo para los locales, líderes del campeonato. Ahora cabe esperar otra cosa, vista la motivación de Simeone y la necesidad del equipo, que sabe que una derrota lo alejaría casi definitivamente de la pelea por entrar en la Champions.
El problema para el Atlético es que el Madrid también se juega mucho, pues ya siente el aliento del Barcelona en la lucha por el título. Seguro que por unos momentos Simeone recordará los tiempos en los que vestía la camiseta del Sevilla, su primer equipo en España. El argentino derrotó a su rival de esta noche precisamente la primera vez que se enfrentó a él, y lo hizo defendiendo los colores del equipo de Nervión. Ocurrió en 1992 y el Sevilla venció por 2-0.
Simeone, declarado "antimadridista", tiene ahora el mismo doble sueño que los hinchas del Atlético de Madrid: derrotar a su odiado enemigo... y complicarle la conquista del título de Liga.
El conjunto rojiblanco no gana a su odiado y poderoso vecino en la Liga desde el 30 de octubre de 1999, precisamente la temporada que acabó con el descenso del equipo rojiblanco a Segunda División. No sólo eso, sino que Simeone nunca ganó en las cinco ocasiones que se midió al Madrid vistiendo la camiseta rojiblanca.
Ahora, el técnico argentino tiene una nueva oportunidad, justo en un momento en el que el equipo atraviesa un periodo de indefinición por su irregularidad. Si en la Liga Europa ofrece su mejor perfil, en la Liga, y especialmente fuera de casa, no está obteniendo los resultados esperados.
Ahora mismo, el conjunto rojiblanco está fuera de los puestos que permiten jugar competiciones europeas y a siete de Liga de Campeones cuando sólo quedan siete jornadas para el final del torneo. No es lo esperado, y menos después de la ilusión generada con la llegada de Simeone al banquillo, pues no mejoró las estadísticas de su predecesor, Gregorio Manzano. La esperanza de sus seguidores para el derbi es que el rendimiento del equipo mejora notablemente en su campo, donde consiguió siete victorias, un empate y una sola derrota con el ex futbolista.
Y luego está el plus que ofrece el técnico argentino, un gran motivador de jugadores y con un profundo carisma entre su hinchada. "Simeone ha transmitido parte de su relación con esa camiseta. La unión y el carácter de ese equipo es quizá lo que más haya cambiado del Atlético respecto a la ida", reconoció ayer Aitor Karanka, segundo entrenador del Real Madrid.
El ayudante de José Mourinho recordó así lo ocurrido en la ida, con Manzano como entrenador, cuando el equipo blanco venció por 4-1 en un partido muy cómodo para los locales, líderes del campeonato. Ahora cabe esperar otra cosa, vista la motivación de Simeone y la necesidad del equipo, que sabe que una derrota lo alejaría casi definitivamente de la pelea por entrar en la Champions.
El problema para el Atlético es que el Madrid también se juega mucho, pues ya siente el aliento del Barcelona en la lucha por el título. Seguro que por unos momentos Simeone recordará los tiempos en los que vestía la camiseta del Sevilla, su primer equipo en España. El argentino derrotó a su rival de esta noche precisamente la primera vez que se enfrentó a él, y lo hizo defendiendo los colores del equipo de Nervión. Ocurrió en 1992 y el Sevilla venció por 2-0.
Simeone, declarado "antimadridista", tiene ahora el mismo doble sueño que los hinchas del Atlético de Madrid: derrotar a su odiado enemigo... y complicarle la conquista del título de Liga.
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