viernes, 16 de marzo de 2012

Despierta dudas una versión de un encuentro de Putin con un tigre

En esta foto del 31 de agosto de 2008, el primer ministro ruso Vladimir Putin observa una tigresa adormecida con dardos en una reserva natural en el oriente de Rusia. Ambientalistas han manifestado dudas en torno de la versión oficial sobre ese encuentro entre Putin y el felino  Foto: RIA-Novosti, Alexei Druzhinin, Pool, archivo / AP

 En esta foto del 31 de agosto de 2008, el primer ministro ruso Vladimir Putin observa una tigresa adormecida con dardos en una reserva natural en el oriente de Rusia. Ambientalistas han manifestado dudas en torno de la versión oficial sobre ese encuentro entre Putin y el felino 


 Hijo de tigre nace rayado, dice un refrán, complementario de aquel otro según el cual un tigre no cambia sus rayas. Muchos rusos se preguntan en estos días si el tigre que Vladimir Putin dice haber matado cambió de fisonomía o si en vez de tigre hay gato encerrado.

En uno de los momentos de ostentación a que es afecto el líder ruso, se le vio en el informe de una expedición en el lejano este en el 2008 con preservacionistas que estaban detrás de tigres del Amur. Según el video, Putin disparó un tranquilizante a una de las bestias para que los científicos le pudieran calzar al felino un collar con GPS en el cuello.

El cibersitio de Putin más adelante mostró fotos del que dijo era el mismo tigre, esta vez suelto.
Pero el ambientalista Dmitry Molodtsov, que tiene un sitio en la red sobre los felinos, publicó este mes el resultado de una investigación según la cual el tigre al que disparó Putin no es el mismo que aparece en el video del líder ruso.

Esto le hizo conjeturar que el tigre al que durmió Putin no era un animal salvaje sino un ejemplar relativamente dócil de un zoológico.

Putin es notorio por sus presentaciones bien orquestadas en la prensa en una serie de poses viriles: acariciando un oso polar, cabalgando con el pecho descubierto y conversando con motociclistas de chaquetas de cuero. Las imágenes le han merecido la admiración de algunos rusos y el desdén de otros, en particular el video en el que se lo ve buceando y descubriendo artefactos griegos antiguos, que su vocero Dmitry Peskov admitió más adelante que habían sido colocados de antemano sobre el lecho marino.

No se pudo contactar el viernes a Peskov para conocer su versión sobre el encuentro con el tigre. Pero Natalya Remennikova, coordinadora del proyecto en el Instituto Severtsov de Ecología y Evolución en Moscú, financiado por el gobierno, a cargo del programa de preservación de tigres de Amur, desestimó la afirmación de Molodtsov.

"Alguien lo inventó o pensaron haber visto algo sospechoso", afirmó, y agregó que el informe podría tener la intención de calumniar a Putin, actual primer ministro y presidente electo.

Las fotos en el cibersitio de Putin muestran tigres con diferente configuración de rayas durante el encuentro con Putin y después suelto.

Vladimir Krever, de la filial rusa de Fondo Mundial para la Vida Silvestre, dijo que "lo que he visto en línea son dos tigres diferentes".

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