El TAS sanciona al campeón español con dos años de suspensión por dopaje.- El ciclista de Pinto, que podrá volver a competir el 5 de agosto próximo, pierde sus victorias en el Tour de 2010 y en el Giro de 2011.- El tribunal cree que lo más probable es el consumo de un suplemento contaminado
El pasado, el futuro y el valor deportivo de Alberto Contador, el mejor ciclista del mundo y uno de los grandes deportistas españoles del siglo XXI, quedaron ayer definitivamente heridos después de que el Tribunal Arbitral de Deportes (TAS) resolviera que debe ser sancionado con dos años de suspensión por dopaje.
La lucha de Contador por demostrar su inocencia y por su honor, que le empujó a rechazar hace un año una propuesta de un año de sanción por la federación española, le condujo finalmente a chocar contra algunos de los más grandes poderes del deporte, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la Unión Ciclista Internacional (UCI), y a soportar todo el peso del Código Mundial Antidopaje.
Contador, a la llegada al TAS en el mes de febrero.-
Ni Contador ni su equipo, el Saxo Bank, quisieron hacer públicas sus consideraciones sobre la sanción y convocaron a los medios para una conferencia de prensa hoy en Pinto.
Aunque la mayoría de los equipos cuentan con cláusulas de rescisión en casos de dopaje, las especiales circunstancias del caso, la retroactividad de la sanción -¿se podría privar de su sueldo a posteriori a una persona que ha trabajado, vencido y exhibido la publicidad de su equipo como marca su contrato?- y el detalle de que los hechos sancionados ocurrieron cuando corría en el Astana hacen improbable cualquier castigo por parte del Saxo, cuyo dueño, Bjarne Riis, estará hoy apoyando a Contador en Pinto. La UCI, de todas maneras, advirtió a Riis de la posibilidad de perder la licencia WorldTour y el derecho a correr el Tour, dado que el 60% de los puntos que garantizaban ese derecho al Saxo los aportaba el propio Contador.
Pese a que el TAS es la última instancia deportiva, según fuentes cercanas, Contador no descarta recurrir al Tribunal Federal Helvético o al Europeo de Derechos Humanos.
Según las cuentas de los tres árbitros del TAS que juzgaron su caso en noviembre pasado, Contador no podrá volver a correr hasta el 5 de agosto próximo, por lo que se pierde el Giro, el Tour y los Juegos Olímpicos, pero no la Vuelta. Además, es despojado de su tercer Tour -el de 2010, pasando al segundo, Andy Schleck, aquel que lo perdió por 39s quejándose del ataque de Contador cuando se le salió la cadena en el Port de Balès-, de su segundo Giro -Michele Scarponi, el Zapatero de la Operación Puerto inscribirá su nombre en el trofeo- y de demás triunfos conseguidos en 2011 y en enero de 2012.
Para una pieza separada dejó el TAS su decisión sobre la petición de la Unión Ciclista Internacional (UCI) de una sanción económica de 2.485.000 euros, equivalente al 70% de sus ingresos anuales por su actividad como ciclista profesional.
Aun privado de esas victorias, que él considera legítimas, el palmarés de Contador sigue siendo uno de los más importantes de la historia del ciclismo: dos Tours, un Giro, una Vuelta y decenas de victorias más. Sin embargo, quizás más grave aún que la pérdida económica o de títulos es la pérdida de la inocencia que sufrirá el corredor que desafió y derrotó al estadounidense Lance Armstrong en el Tour de 2009. Inevitablemente, a su pesar, la mirada del aficionado sobre sus victorias será diferente, quizás más oscura.
El laudo arbitral, redactado en 98 folios en inglés, concluye que la tesis de Contador -el clembuterol se encontraba en un trozo de carne contaminada consumida el día del control antidopaje, el 21 de julio de 2010-, aunque posible, era altamente improbable una vez vistas las pruebas y oídos los testimonios de los expertos: en este caso concreto no han podido concluir que hubiera un riesgo de contaminación de la carne comprada en España.
Por otra parte, juzgan también posible una transfusión sanguínea, la línea defendida por la AMA y la UCI en su recurso, pero menos probable que el de la contaminación de un suplemento energético. Por ello consideran que Contador, sobre quien recaía la carga de la prueba, piedra angular del sistema de responsabilidad objetiva, no había podido justificar de ninguna manera la presencia de clembuterol en su cuerpo.
Y ello equivale, dado que es una primera infracción, a una sanción de dos años de suspensión.
Irónicamente, Contador, desde un principio, descartó la posibilidad de que el clembuterol estuviera en alguno de los numerosos integradores y barritas energéticas que consume en gran cantidad en competición, pues ello habría supuesto automáticamente una sanción de un año (como en el caso de Jessica Hardy, que cita la resolución), y presentó como prueba una lista de todos los productos que consumía y el testimonio de sus fabricantes garantizando su pureza. Sin embargo, según el TAS, su palabra no puede probar que no consumiera un suplemento no incluido en su lista.
La formación del TAS justifica finalmente su decisión de despojarle de los triunfos de 2011 -pese a las protestas de Contador, que recordó que corrió el Giro y demás carreras porque no estaba sancionado- con el argumento circular de que Contador pide que le dejen los triunfos conseguidos durante un periodo de suspensión -pese a que esta sea retroactiva- y que ello sería injusto comparado con los deportistas a los que nunca se les ha levantado la sanción provisional antes de una resolución final.
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