Pau Gasol tiró del carro con un doble-doble de 23 puntos y 10 rebotes. Kobe Bryant sumó 24 tantos.
A base de tesón y una gran fortaleza defensiva, Los Ángeles Lakers se llevaron el derbi angelino (96-91) frente a sus vecinos, Los Ángeles Clippers, un duelo en el que resultó determinante la labor de Pau Gasol, autor de 23 puntos y 10 rebotes.
Kobe Bryant registró 24 tantos (7/17 en el tiro) y Andrew Bynum sumó 19 puntos, mientras que por los Clippers destacaron Blake Griffin (26 puntos y nueve rebotes) y Mo Williams, con 16 tantos.
Los de Mike Brown llegaban al duelo en una situación delicada tras tres derrotas seguidas. Además, los Clippers se les habían subido a las barbas en sus emparejamientos anteriores, resueltos con tres victorias -dos de ellas en pretemporada-.
La supremacía en Los Ángeles, en juego. Las sensaciones y la capacidad de reacción de los Lakers, más aún. Y sin embargo el choque no pudo comenzar peor para sus intereses con la atronadora entrada en juego de Caron Butler, que anotó los 11 primeros puntos de su equipo -tres triples incluidos- frente a cuatro de su rival.
Con el 9-19 en el marcador la reacción local no se hizo esperar y llegó de la mano de un Gasol entonado y acertado en el tiro. El español asumió la responsabilidad en ataque y los suyos elevaron el nivel defensivo para poner las tablas, que llegaron con sendos triples de Bryant y Andrew Goudelock (23-23).
Los Lakers neutralizaban la anotación de Chris Paul, no así su capacidad para crear juego. Su asociación con Mo Williams, una vez más espectacular desde el banquillo, facilitó que los Clippers mantuvieran una ligera ventaja a lo largo del segundo periodo, algo a lo que contribuyó el despertar de Griffin, que protagonizó un salvaje mate con rectificado tras zafarse de Gasol (44-46).
No obstante, un triple de Derek Fisher justo antes del descanso puso en ventaja a los suyos (51-48), una renta que supuso un espejismo momentáneo ya que los Clippers emprendieron la segunda parte con un parcial de 0-12. Una vez más les tocaba a los Lakers remontar a base de esfuerzo y coraje.
La energía en defensa de World Peace sentó las bases, la compenetración entre Bynum y Gasol abonó el terreno y finalmente Bryant y Fisher dieron otro aire al duelo (63-64) mientras Griffin mantenía a su equipo con extraordinarias acciones por encima del aro.
Al último cuarto se llegó con todo por decidir y se podía palpar la tensión en la pista. La rocosa defensa de Reggie Evans impedía cualquier acción fácil de los Lakers, que explotaron el oportuno acierto del novato Goudelock. Bryant, a pesar de sus numerosas pérdidas de balón, no dudó en tirar del carro en los instantes finales, y lo hizo, casi siempre, sin egoísmos.
Los de Brown elevaron las prestaciones en defensa y consiguieron su máxima renta (89-84) a falta de 2:24, prestando atención a la labor de sus pívots en la zona. Pero la victoria la iban a sudar aún más. DeAndre Jordan tensó la cuerda desde la personal (89-87), pero fue Bynum quien decidió el partido. Primero con una potente acción en la zona y justo después con un tapón sobre el propio Jordan. Bryant, desde la personal, sentenció el choque.
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