martes, 10 de enero de 2012

Cayetano obliga a la Duquesa de Alba a actuar con Los Morancos

TRAS SU DESLIZ AL INSULTAR A LOS JORNALEROS ANDALUCES

Cayetano obliga a la Duquesa de Alba a actuar con Los Morancos

Un hombre con una camiseta con la Duquesa el día de su boda en Sevilla (Reuters).


Afortunadamente para la Duquesa de Alba, esa imagen suya entre heterodoxa y populista le permite seguir un guión que ningún miembro de la aristocracia asumiría sin dejar jirones de su blasón en el empeño. Y gracias a esa manera de ser Duquesa que tiene Doña Cayetana, ha podido saldar con éxito la cuenta que dejó pendiente su hijo con un pueblo andaluz donde hay devotos de la Duquesa como si de una virgen terrenal se tratara.

Ha sido en la televisión pública de Andalucía, en un espacio semanal que tienen Los Morancos. Omaíta y su hija Antonia, ataviadas como marujas, se dirigen en taxi hacia el Palacio de Dueñas para regalarle a la Duquesa un jarrón chino (comprado en los chinos) con motivo de su reciente boda. Los Morancos entran en Palacio y recorren jardines y estancias comentando lo que ven, entre ello, el azulejo que recuerda el nacimiento en aquel lugar de Antonio Machado. 

Cayetana estudió en Suiza con Omaíta

Al final, una mujer del servicio de Palacio conduce a Omaíta y Antonia al salón donde la Duquesa espera. Se sientan y hablan entre ellas. En la conversación, se da a conocer que Omaíta fue compañera de estudios de la Duquesa en Suiza, que eran algo rebeldes y que jugaban a los tejos

La Duquesa se condujo en todo momento con una cordial sonrisa, sin despeinarse, contenta con la visita y desgranado elogios a los andaluces entre el irónico picoteo de Los Morancos. Es más, en un momento de la reunión de quienes representaban ser comadres, en el mejor sentido de la expresión, Omaíta le pregunta a la Duquesa si Alfonso, su reciente esposo, tienen algún hermano a quien poder tirarle los tejos. Doña Cayetana le dice que son nueve hermanos en total, aunque a la mayoría ni siquiera los conoce… Es decir, que tiene para escoger.

La nobleza y los cómicos: la Duquesa también siente la crisis

¿Qué ha pasado para que la Duquesa se decida a actuar en un programa de Los Morancos? La culpa de todo la tiene el desliz de Cayetano Martínez de Irujo y su insulto a los andaluces. Tanto le dolió aquello a la Duquesa y tanto ha sido su temor a perder el cariño y la devoción del pueblo que incluso se ha prestado a ser una actriz más de las historias de Los Morancos, que han conseguido penetrar en el sancta sanctorum del Palacio de Dueñas para cobrar en nombre de los andaluces el precio del populismo de la Duquesa. 

No se recuerda gesto de noble que descendiera a ras de cómico por no perderse el aprecio del pueblo. Y si París bien vale una misa, Doña Cayetana, en su inteligente heterodoxia de mujer extraordinaria, ha podido pensar que Andalucía bien merece una intervención suya en la comedia con Omaíta y Antonia, en la que, entre otras cosas, Doña Cayetana llegó a confesar que a ella también le ha afectado la crisis.

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