'Spartacus: Vengeance': Más sangre, más sexo, nuevo protagonista

Cuando algo funciona, mejor mantenerlo. La segunda temporada de Spartacus no se complica la vida y los litros de sangres, los desnudos, la banda sonora de guitarras y batería y las frases lapidarias continúan al mismo ritmo. Eso sí, todos los ojos están puestos en Liam McIntyre, el nuevo Espartaco. 

El actor australiano sustiutye a Andy Whitfield, fallecido el 11 de septiembre de 2011 víctima de un linfoma. Spartacus Vengeance se acaba de estrenar en la cadena estadounidense Starz, con gran éxito de audiencia. En España todavía estamos esperando el estreno en abierto de la precuela, que ya emitió Canal + el pasado verano.

El primer episodio de la segunda temporada comienza varios meses después de los sangrientos 

acontecimientos que cerraron la primera temporada. Espartaco y Crixus (Manu Bennett) lideran a un grupo de esclavos liberados que viven en las montañas cercanas a Capua. Vuelve desde Roma el recién nombrado pretor Glaber (Craig Parker) y su mujer Ilithya (Viva Bianca) para poner fin a la rebelión. Glaber, el general que traicionó y capturó a Espartaco, es el objetivo de la venganza del protagonista.

Aparecen personajes de la primera temporada que ganan importancia (Mira, por ejemplo) y algunos nuevos, como Seppia y Seppius, unos hermanos romanos bastante cercanos entre ellos. Y alguno de la precuela, como el exgladiador Gannicus (Dustin Clare). Puede chocar al principio ver a McIntyre como Espartaco, pero seguramente con el segundo capítulo, debajo de toda la sangre, a todo el mundo se le olvide que ha habido un cambio.

Advanced look of Spartacus: Vengeance (6 min)

 http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=TSp0Q8uabTk

La producción técnica es excelente y la esencia de la serie es la misma. Seguirá gustando a los incondicionales de las palomitas y los que necesiten desconectar con algo fácil y efectivo. Seguirá horrorizando a los que gusten de los detalles históricos (aunque más de uno esté bien documentado) y el recurso del sexo y la violencia como medio para captar espectadores. Como dijimos hace tiempo por aquí: sangre, sexo, sudor y sandalias... Y ya en produccción, la tercera temporada.