El ambiente en los principales centros sanitarios y las urgencias es similar al de los domingos en la primera de las dos jornadas de paro
Barcelona - 15/11/2011
Ni colapso de los centros médicos, ni largas colas de espera en urgencias, ni amenazantes piquetes. El ambiente de día festivo es el que ha predominado en las primeras horas de la huelga de dos días de los médicos de los centros sanitarios públicos y concertados de Cataluña, que ha convocado el sindicato Médicos de Cataluña (MC) contra los recortes en la sanidad y para exigir a la Generalitat el restablecimiento de los presupuestos y la actividad asistencial de 2010.
La jornada de huelga se vive por ahora con tranquilidad y sin incidentes en los centros de asistencia primaria (CAP) y los grandes hospitales de Barcelona y de las capitales de provincia que EL PAÍS ha recorrido esta mañana.
Varios trabajadores consultados aseguran que como este centro hospitalario no pertenece al Institut Català de la Salut (ICS) y están negociando en Expediente de Regulación de Empleo (ERO), la huelga está teniendo menos seguimiento. Romà Forné y la administrativa que atiende en el mostrador aseguran que no saben de ningún médico que esté secundando la huelga.
En el centro de salud de las calles de Roselló y de Casanova también reinaba la tranquilidad. Los pacientes han llegado cargados de más paciencia de la habitual y no les ha hecho falta, al menos a primera hora de la mañana. "Yo he venido a por una receta y me he encontrado lo de siempre. Diría que está trabajando todo el mundo", explicaba hacia las 9.30 Marisa, vecina del centro de salud.
Aunque todavía no había cifras oficiales de seguimiento, tampoco en el Hospital Clínic se veían situaciones fuera de lo normal. "La gente viene igual a las radiografías y las extracciones de sangre, porque la huelga solo es de médicos.
Y en el resto de zonas del hospital... yo no veo gran diferencia con otro día normal, más allá de que parece que hay menos gente", explica una estudiante de medicina que recorría los pasillos con un talonario de lotería de navidad, que junto a otros compañeros, venden en las salas de espera para costearse el viaje de fin de carrera. En la sala de espera de urgencias, a las nueve de la mañana solo esperaba un paciente. Una hora después, dos mujeres con sus hijos y otras dos personas hacían cola.
En el servicio de urgencias del hospital de Bellvitge predomina la normalidad. No hay aglomeraciones. Desde las 8.30 de la mañana ha habido como máximo 10 personas a la vez esperando, que han tenido que aguardar una media unos 20 minutos para ser atendidos.
La representante del sindicato Médidos de Cataluña del centro sanitario, Teresa Fuentelsaz asegura que "el 80% de los médicos ha secundado la huelga", lo que significa que el 20% restante ha acudido a sus puestos de trabajo y que los servicios mínimos están mejor cubiertos que en un día festivo. Hoy hay 127 facultativos para atender a los pacientes frente a los 49 habituales de los festivos.
En el Hospital del Mar solo tres personas, acompañantes de enfermos que eran atendidos, aguardaban en la sala de espera a las nueve de la mañana. Francisco Asís, de 52 años, ha acudido al centro hospitalario por un familiar que lleva dos semanas en observación. Tenían que operarle a las ocho de la mañana, hora de inicio de la huelga, y aunque la intervención lleva retraso, no saben si es a causa del paro, aunque afirma que le han asegurado que hoy le intervendran.
Francisco Asís se muestra a favor de la huelga si los motivos por los que ha sido convocado el paro son la de la falta de personal, aunque duda que sea por esto. "Creo que el motivo es económico. Y si es así no estoy de acuerdo porque estamos en una grave crisis", afirma. Maria Àngels Barceló, de 55 años, ha llegado a urgencia del Hospital del Marcon su marido, quien ha sido atendido y se halla ala espera de que el pongan una sonda. "El tiempo de espera y la atención ha sido muy similar a la de un día normal", asegura.
Juan Manuel Torres, de 54 años, tenía hora a las 10.20 en las consultas externas del hospital del Mar. "Son las 10.20 y ya estoy fuera", asegura el paciente, quien ha acudido al centro hospitalario para una revisión oncológica, "que ya está totalmente controlada". La misma apreciación de normalidad ha tenido Farida El Fulali, de 40 años. "Tenía miedo de que no hubiese médicos, pero están todos visitando".
A las 10.45, como previsto, la han atendido. Los trabajadores no realizarán declaraciones, pero la situación es de aparente normalidad. De momento la huelga no ha afectado demasiado al hospital, a la espera de los datos oficiales. En el CAP Barceloneta los servicios mínimos funcionan y no han tenido que anular ninguna visita.
En el ambulatorio Dos de Maig, centro sanitario de Barcelona amenazado de cierre desde que la Generalitat anunció el pasado verano que pretende clausurarlo por culpa de los recortes aplicados en sanidad pública parecía esta mañana un día festivo. "Aquí ya llevamos meses de protestas contra los recortes. Esta huelga ya nos coge algo desmoralizados", señala un médico que ha preferido trabajar con normalidad pese a la convocatoria. "No me parece justo por los pacientes de este ambulatorio, ya llevan un año muy inusual", ha justificado.
A falta de datos oficiales, el seguimiento de la huelga en el centro parece mayoritario, pero ni mucho menos masivo. "Aquí la mitad de médicos han venido a trabajar", calcula una enfermera responsable de atender los teléfonos. La mayoría son llamadas de última hora para atender las dudas de los ciudadanos que tienen consultas en el centro previstas para hoy o mañana. "La gente pregunta si deben venir o no, pero la mayoría se muestran comprensivos con los motivos de la huelga", precisa.
En función de si el médico de cabecera en cuestión ha optado por seguir o no la huelga, la consulta queda anulada y debe reprogramarse o bien podrá llevarse a cabo con teórica normalidad. "De momento no prevemos que haya colapsos. La mayoría piden reprogramar la cita para evitar cualquier molestia", señala la enfermera ante un teléfono que, igual que ocurre en cualquier día normal, no deja de sonar.
El seguimiento de la huelga en la provincia de Girona está siendo muy desigual. Hay centros donde han ido a trabajar casi todos los médicos, como el caso de un CAP del centro de la capital donde muy pocas visitas han sido reprogramadas. En otros, en cambio, la mayoría se han adherido al paro. De los 8 quirófanos del hospital Josep Trueta de Girona solo funcionan cinco, que están realizando las intervenciones oncológicas. Los otros tres están cerrados porque entre anestesistas y cirujanos la huelga están siendo bastante secundada. En urgencias hay normalidad absoluta.
En Tarragona, el seguimiento de la huelga se ha dejado sentir desde primera hora de la mañana. Según las primeras estimaciones, el sindicato Médicos de Cataluña cree que en la provincia la huelga será seguida por el 50% de los médicos. Así, en las consultas externas del Hospital Joan XXIII no hay prácticamente actividad y la mayoría de los médicos no pasan visita.
Los pacientes se concentran en la entrada, en la que el personal de administración informa de la cancelación o mantenimiento de las visitas acordadas con los facultativos. "He venido desde Móra la Nova porque tenía cita con traumatología, nadie me había avisado de la huelga y resulta que el médico hoy no pasa visita", explica Emma, una usuaria afectada porel paro.
En las urgencias del Joan XXIII hay servicios mínimos, aunque por el momento pocos pacientes se han visto afectados.
A primera hora, solo había cinco personas esperando para ser visitadas. "Es el número de personas normal que suelen esperar a las 9.30, depende del día, pero a media mañana o por la tarde es cuando más enfermos acuden a urgencias", explican desde administración. Médicos de Cataluña informa que habrá dos quirófanos funcionando en el hospital para operar cánceres. "Las operaciones oncológicas se mantienen, porque ya llevamos mucho tiempo de retraso.
Por lo demás, se ha establecido que dentro de los servicios mínimos se cubran las urgencias vitales", afirman Concha Abril y Carmen Buil, del sindicato.
Por otro lado, en el CAP Muralles de Tarragona, los médicos de momento no se han sumado a la huelga y todos los servicios funcionan con normalidad. "Habrá que ver como se desarrolla la jornada, pero en principio no van a hacer huelga", explica el personal de atención al usuario.
En Lleida, el hospital Arnau de Vilanova vivía esta mañana una jornada menos intensa que un día normal. Las consultas externas funcionaban casi con normalidad ya que pocas estaban cerradas.
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