Cúper, el entrenador tiene que declarar en una investigación por apuestas ilegales. Syed, el máximo accionsita, buscado por la Interpol por estafas y en paradero desconocido. Pernía, el presidente, dimite tras descubrirse que se compró un Audi con dinero del club. ¿Le pueden ir peor las cosas al Racing de Santander?
15.11.2011Un equipo cuya situación extradeportiva siempre da que hablar, estoy acostumbrada a noticias de lo más estrambóticas hasta al punto de que no me sorprende cualquier cosa. Pero la situación que esta viviendo el Racing de Santander, sí que me sorprende y es digna de estudio. ¿Ha habido alguna vez un equipo con su dueño y su entrenador buscados por la policía?
Héctor Cúper, el técnico argentino del equipo cántabro, ya tiene bastante con tener que preparar partido tras partido con una plantilla más que cortita, y prueba de ello es que en el once inicial hay varios canteranos. Ahora, para colmo de males, tendrá que declarar ante la justicia dentro del caso Golden Goal, una operación en la que se investiga a la mafia italiana y una supuesta red de apuestas ilegales, dentro del mundo del fútbol claro está.
Lo de Cúper no parece nada grave, y mucho menos si lo comparamos con la situación del máximo accionista del equipo, el indio Ali Syed. Ya no es que no ponga dinero en el club, que nunca lo ha puesto, sino que ni siquiera se sabe donde está. Está en paradero desconocido y bien que hace, ya que la Interpol lo busca por estafas financieras.
Lo de Cúper no parece nada grave, y mucho menos si lo comparamos con la situación del máximo accionista del equipo, el indio Ali Syed. Ya no es que no ponga dinero en el club, que nunca lo ha puesto, sino que ni siquiera se sabe donde está. Está en paradero desconocido y bien que hace, ya que la Interpol lo busca por estafas financieras.
Hace poco, el presidente Francisco Pernía y todo el consejo de administración dimitieron. Un presidente que no tuvo mejor ocurrencia que, con el club en ley concursal y una deuda de casi 50 millones de euros, no tuvo mejor ocurrencia que comprarse un vehículo de muy alta gama con dinero del club porque, en palabras textuales, “algún capricho me tenía que dar”. Sí, para quedarse con la boca abierta.
Sinceramente, compadezco a los aficionados del Racing de Santander ya que puedo incluso imaginar por lo que están pasando, viendo en qué manos está este histórico club y los nubarrones negros del futuro.
Ya sobrevivieron a Piterman, ¿serán capaces de sobrevivir ahora a Syed, Pernía y lo que venga? Ojala que sí y podamos celebrar para 2013 el centenario de este equipo cántabro que ha estado en Primera División 44 temporadas.
En época de crisis.., a perro flaco todo se le vuelven pulgas!
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