Thibaut Courtois debuta con la selección belga absoluta
- El meta belga dará un nuevo paso en su carrera y debutará con Bélgica; lo hará como titular y nada menos que en el Stade de France
15/11/2011
Llegó el gran día. Thibaut Courtois se hará hoy absoluto. El meta belga dará un nuevo paso en su carrera y debutará con la selección absoluta de su país. Lo hará como titular y nada menos que en el Stade de France, un escenario que albergó la final de un Mundial. Así lo confirmaba el seleccionador nacional belga, Georges Leekens, quien añadía otras de las novedades que presentará ante Francia con respecto al equipo que hace unos días se imponía a Rumanía. Para el rojiblanco es la constatación de una temporada de ensueño. Hoy será un 'Diablo Rojo' más de pleno derecho. Y las previsiones apuntan a que ya podría no perder esa condición de titular.
Lejos queda ya para el internacional aquel 17 de abril de 2009 cuando, con apenas 16 años de edad, debutaba en la Primera belga ante el AA Gent (2-2). "Me sentí muy tranquilo al inicio del partido", decía por entonces el arquero de manera tímida. "Los aficionados me apoyaron mucho con su cariño, incluso me lanzaban besos. El entrenador me instó a que me moviese sin ningún tipo de presión. Las paradas que hice en el primer periodo terminaron por tranquilizarme del todo", añadía el meta. En su debut era tan joven que el defensa brasileño Joao Carlos dijo que le recordaba a su hijo. El sudamericano lo arropó como en su día un tal Romario hizo con él en su propio debut cuando ambos jugaban en Vasco da Gama.
Que la tranquilidad es una de las cualidades del joven belga es algo que se vio desde aquel mismo momento. "Su debut fue muy estresante para toda la familia. Los periodistas no paraban de llamar. Nos pusimos muy nerviosos. Curiosamente, el que mejor lo llevó fue el propio Thibaut", reconocía Thierry Courtois. Y es que, como sucediese con David de Gea, la templanza es una de las cualidades del meta belga. "Los medios no paraban de hablar en la semana previa de que debutaría un chaval de 16 años.
Tuve que esconderle los periódicos para que se aislara. Al final todo salióbien, lo pasamos peor nosotros en la grada. Él siempre tuvo los pies en el suelo. De hecho, tres días después de ese partido se rompió un dedo en un entrenamiento y se perdió la semifinal de Copa. Fue el primer golpe en su carrera y nosotros, como padres, le recordamos que no sería la única vez que tendría que superar un revés", señalaba al diario ‘DH’.
El aplomo es una de sus virtudes. "Me suelo poner un poco nervioso antes de los partidos, pero enseguida trato de que se me pase. Si salgo nervioso se lo transmitiré a mi defensa y eso es algo perjudicial para el equipo", señalaba este meta llamado a escribir grandes páginas en el fútbol europeo.
Lejos queda ya para el internacional aquel 17 de abril de 2009 cuando, con apenas 16 años de edad, debutaba en la Primera belga ante el AA Gent (2-2). "Me sentí muy tranquilo al inicio del partido", decía por entonces el arquero de manera tímida. "Los aficionados me apoyaron mucho con su cariño, incluso me lanzaban besos. El entrenador me instó a que me moviese sin ningún tipo de presión. Las paradas que hice en el primer periodo terminaron por tranquilizarme del todo", añadía el meta. En su debut era tan joven que el defensa brasileño Joao Carlos dijo que le recordaba a su hijo. El sudamericano lo arropó como en su día un tal Romario hizo con él en su propio debut cuando ambos jugaban en Vasco da Gama.
Que la tranquilidad es una de las cualidades del joven belga es algo que se vio desde aquel mismo momento. "Su debut fue muy estresante para toda la familia. Los periodistas no paraban de llamar. Nos pusimos muy nerviosos. Curiosamente, el que mejor lo llevó fue el propio Thibaut", reconocía Thierry Courtois. Y es que, como sucediese con David de Gea, la templanza es una de las cualidades del meta belga. "Los medios no paraban de hablar en la semana previa de que debutaría un chaval de 16 años.
Tuve que esconderle los periódicos para que se aislara. Al final todo salióbien, lo pasamos peor nosotros en la grada. Él siempre tuvo los pies en el suelo. De hecho, tres días después de ese partido se rompió un dedo en un entrenamiento y se perdió la semifinal de Copa. Fue el primer golpe en su carrera y nosotros, como padres, le recordamos que no sería la única vez que tendría que superar un revés", señalaba al diario ‘DH’.
El aplomo es una de sus virtudes. "Me suelo poner un poco nervioso antes de los partidos, pero enseguida trato de que se me pase. Si salgo nervioso se lo transmitiré a mi defensa y eso es algo perjudicial para el equipo", señalaba este meta llamado a escribir grandes páginas en el fútbol europeo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario