Howard Carter Google Doodle
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=_iNJ3OyjRxM&gl=ES
Howard Carter va a ser la persona más popular de este 9 de mayo gracias a Google, y Youtube nos muestra en un vídeo como lo ve el buscador. El egiptólogo es homenajeado con el doodle
del día por el buscador, que lo convierte de símbolo de la arqueología
en Egipto a símbolo de la arqueología virtual del buscador.
Tutankhamón - La Tumba y sus Tesoros
El 16 de Febrero de 1923, Howard Carter descubrió uno de los mayores tesoros de Egipto. Hoy Google le homenajea con un doodle
para celebrar el 138 aniversario de su nacimiento. Por eso, quien
busque algo en el popular buscador, necesitará algo de arqueología para
encontrar su logo, ya que Google ha escondido sus características letras detrás de todo tipo de reliquias egipcias. Howard Carter sucede en la galería de personajes ilustres homenajeados por Google.
Un día como hoy, hace 138 años, nació Howard Carter
el arqueólogo y egiptólogo inglés que se hizo famoso por descubrir la
tumba mejor conservada de un faraón hasta entonces desconocido y cuyas
riquezas se exiben en el Museo Egipcio de El Cairo.
Google quizás decidió homenajearlo a través de un doodle tras haber prestado atención a la inscripción de la lápida de Howard Carter,
una frase sacada de una copa de alabastro que el propio egiptólogo
encontró en el mausoleo egipcio, y que decía: «Pueda tu espíritu vivir,
durar millones de años, tú que amas Tebas, sentado con la cara al viento
del norte, los ojos llenos de felicidad».
Quizás así tenga los ojos esa
figura de Carter que nos da la espalda para contemplar las
reliquias que él tuvo el privilegio de observar por primera vez en miles
de años. Pero lo que está claro es que, gracias al homenaje de Google, el recuerdo de Howard Carter, como le deseaba la inscripción en su lápida, perdurará muchos años.
Un hombre enigmático
Howard Carter, nacido en Inglaterra en
1874, fue el menor de once hermanos de una familia de Kensington
encabezada por un artista dedicado a retratar las mascotas de los ricos.
De él heredó un joven Carter, al que hoy Google le dedica su doodle,
su pasión por el arte.
Sin estudios especializados, siguió los pasos de
su padre y aprendió los conceptos básicos del dibujo y la pintura. A
los 17 años el futuro arqueólogo y su innato talento llamaron la
atención de una sociedad de egiptología inglesa, el Fondo de Exploración
de Egipto, que le envió directo a Egipto, un trampolín a través del
cual Howard Carter se convirtió en inspector de Antigüedades.
Pero el camino no fue fácil.El inglés homenajeado por Google
tuvo que empezar desde lo más bajo, copiando bajorrelieves y
aprendiendo a excavar. Prestó toda su ayuda y sus habilidades a Percy
Newberry en el registro de las tumbas del Reino Medio y en 1892 trabajó
durante una temporada bajo la tutela de Flinders Petrie en Amarna, la
capital fundada por el faraón Akenatón.
Durante este periodo protagonizó
un pequeño altercado entre los guardias egiptos -a los que Carter
apoyó- y turistas franceses que despertaron su mal genio. El entonces
inspector jefe de antigüedades perdió su puesto tras llegar a las manos
con los extranjeros, lo que le obligó a malvivir durante algunos años
como guía turístico o artista callejero.
Pero fue en el año 1908 cuando
realmente la suerte llamó a su puerta. Un noble entusiasta de la
arqueología, lord Carnarvon, atraído por los nuevos métodos y sistemas
de grabación del joven, proporcionó a Carter los fondos necesarios para
continuar con su trabajo, contratándole para excavar Tebas y el Valle de
los Reyes.Carter nunca se casó ni tuvo hijos. Tímido y
reservado, dedicó su vida entera a descubrir legados de antiguas
civilizaciones.
Se pasó largos años de trabajo y constante búsqueda
infructuosa hasta que el 26 de noviembre de 1922 el protagonista del
último doodle de Google vio recompensados todos sus esfuerzos con
el descubrimiento de la tumba de Tutankamon, la tumba faraónica mejor
conservada encontrada en el Valle de los Reyes.
El egiptólogo hizo la
primera brecha en la tumba con un cincel que su abuela le había regalado
por su decimoséptimo cumpleaños. Tesoros de oro y ébano intactos le
esperaban en su interior.Howard Carter se pasó meses catalogando y
revisando los objetos de la antecámara hasta que, casi tres meses más
tarde, el 16 de febrero de 1923, abrió la puerta cerrada y confirmó que
conducía a una tumba funeraria.
Fue ese día cuando vio por primera vez
el sarcófago de Tutankamon.Pero Howard Carter quería más. Sus
principales biografías lo presentan como un hombre testarudo y
obsesionado, que, tras su gran hallazgo, se obcecó con encontrar la
tumba de Alejandro Magno.
El egiptólogo murió a los 64 años de un cáncer
linfático sin conseguir su último objetivo.Al austero entierro del
arqueólogo que hoy ocupa la portada de Google acudieron contadas
personas. La leyenda habla de tres llorosas mujeres que, a lo largo de
la historia, han dado pie a especulaciones y románticas suposiciones
sobre su difusa y solitaria vida amorosa.
Sin embargo poco ha
trascendido de la vida personal de Carter, que, por sus méritos, su
constancia y sus hallazgos fue nombrado honoris causa póstumo en
Ciencias en la Universidad de Yale y miembro de honor de la Real
Academia de la Historia.
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